Frente a la competencia en el sector de espectáculos artísticos, los circos en Perú toman protagonismo en el mes de julio.
Frente a la competencia en el sector de espectáculos artísticos, los circos en Perú toman protagonismo en el mes de julio.

Cuando las luces se apagan y el silencio se impone, las coloridas carpas hacen su magia. Explosiones de risa, aplausos, asombro y respiración contenida acompañan a elásticos trapecistas que desafían las leyes de Newton. En julio de cada año, por celebraciones de Fiestas Patrias y vacaciones escolares, miles de asistentes en el Perú acuden a los circos, espectáculos en vivo, donde a pesar de la infinidad de ensayos, no hay margen de error. Y es que ni la pandemia, recesión o la Guerra con Chile alejaron a estas caravanas de entretenimiento.