El mercado de oficinas se encuentra en una situación complicada debido a los altos niveles de vacancia, afirma Miguel Deustua Tapia, gerente general de Granadero Inmobiliaria.
“Si bien esto ya se veía prepandemia, con el trabajo remoto se acentuó y ahora se flexibilizan las formas de pago para incentivar su rotación”, indica.
En ese sentido, las de tipo boutique son las que ganan cada vez más terreno, con un formato de entre 20 y 100 metros cuadrados, dice.
Refiere que, pese al retorno a la presencialidad, las empresas siguen disminuyendo el tamaño de las áreas rentadas para oficina entre un 30% y 50%. “Esto responde a que ya no hay espacios fijos para cada trabajador, sino que son rotativos”, explica.
Miguel Deustua también señala que el alza de los precios, así como los problemas logísticos internacionales siguen encareciendo los costos de construcción para nuevos proyectos. “A ello se suma que los terrenos están valorizados en dólares, lo que afecta el margen del sector”, refiere.
Vivienda
Pero si bien la pandemia trajo cambios en las condiciones de mercado, la demanda por vivienda se mantiene, sobre todo en la clase media, mientras que el nivel socioeconómico (NSE) AB se mantiene a la expectativa de la coyuntura política.
Miguel Deustua afirma que prepandemia las inmobiliarias tenían hasta tres proyectos al año, ahora la cifra cae a dos. “Los planes eran incluso llegar a cinco, pero la expectativa no es la misma”, sostiene. Agrega que el financiamiento para compra de terrenos también es limitado.
“El apetito por vivienda se mantiene, hay familias que más allá del panorama tienen la necesidad básica de adquirir una”, dice.
En razón de ello, las inmobiliarias que tradicionalmente operaban para los NSE más altos ahora miran al comprador que tiene una necesidad. Comenta que esta tendencia se ve impulsada aún más con la liberación de CTS y AFP porque permite a algunas familias completar su cuota inicial de compra de vivienda.
Otrosí digo
Tendencia. Las inmobiliarias están ejecutando departamentos cada vez más reducidos para que las familias puedan acceder a la compra, sobre todo ahora que los materiales de construcción se encuentran elevados, explica Miguel Deustua.
Además, se debe considerar que las tasas de interés se encuentran en alza. Actualmente una persona tarda en pagar la vivienda en un plazo de 20 años, agrega.