La dependencia de solo unas pocas compañías farmacéuticas para sostener la lucha contra las superbacterias está poniendo al mundo en una posición precaria, según un nuevo informe.
El progreso en la lucha contra las infecciones resistentes a los medicamentos no sigue el ritmo de la creciente amenaza, según el último Índice de resistencia antimicrobiana, publicado el martes por la Fundación acceso a la medicina. La cartera de nuevos antibióticos en pruebas avanzadas sigue siendo demasiado pequeña, según la organización sin fines de lucro.
Las noticias desde la industria son sombrías, ya que las bajas ganancias desalientan la inversión en antibióticos cruciales. Desde el último informe del grupo en el 2018, dos actores principales, Novartis AG y Sanofi, se han retirado de la investigación de antibióticos a medida que la industria farmacéutica avanza hacia áreas más lucrativas como el cáncer. Además, dos desarrolladores de medicamentos más pequeños, Achaogen Inc. y Melinta Therapeutics, han solicitado quiebra.
’Extremadamente frágil’
“No podemos darnos el lujo de que otra de estas pocas compañías deje el desarrollo de antibióticos”, asegura Jayasree Iyer, director ejecutivo de la fundación con sede en Países Bajos. La línea de productos experimentales es “extremadamente frágil”.
El estudio, publicado en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, también citó señales de progreso, y algunas compañías farmacéuticas impulsaron los esfuerzos para desalentar la venta excesiva de antibióticos existentes y compartieron más datos sobre los puntos donde la resistencia está surgiendo.
GlaxoSmithKline Plc tiene el mayor lote de productos potenciales, con casi una quinta parte de todos los proyectos de investigación y desarrollo que el grupo identificó, según el índice de referencia. El informe también citó a Pfizer Inc., Johnson & Johnson, Entasis Therapeutics Holdings Inc. y Cipla Ltd. como algunos de los otros líderes en el campo.
Según el informe, solo 51 candidatos a medicamentos están en desarrollo avanzado para tratar infecciones bacterianas y fúngicas, y pocos de ellos son realmente novedosos. Al menos 40 proyectos ya no están en tramitación. Los estudios sugieren que aproximadamente nueve de cada 10 medicamentos potenciales no logran pasar las pruebas en humanos.
Un informe separado la semana pasada descubrió que el gasto en investigación y desarrollo para un grupo de 15 empresas cayó a US$ 1,200 millones en el 2018 desde US$ 1,900 millones dos años antes. La investigación, de AMR Industry Alliance, genera preocupación por un déficit en el gasto en las últimas etapas, en particular.
La necesidad de nuevos antibióticos está aumentando junto con los riesgos. Alrededor de 700,000 personas en todo el mundo mueren anualmente como resultado de superbacterias, y para el 2050 esa cifra podría explotar a 10 millones si el problema permanece sin abordar.
Pero los ingresos por antibióticos no son lo suficientemente grandes como para que las empresas recuperen su inversión en investigación, y las políticas para estimular la actividad aún no han marcado una gran diferencia. Las ventas de cualquier antibiótico nuevo seguirán siendo bajas, ya que los médicos temen promover la resistencia, por lo que mantienen el medicamento solo como último recurso.
"Esta no es una situación en la que se necesita un milagro científico", dijo Iyer. "Se necesita una solución económica".
Hay una serie de esfuerzos en curso para arreglar un mercado considerado averiado.
El año pasado, el Reino Unido dijo que probaría el primer modelo de pago "estilo suscripción" del mundo. Pagar por adelantado el acceso a los medicamentos en función de su utilidad para el Servicio Nacional de Salud debería asegurar a las empresas que recibirán una compensación incluso si un medicamento se almacena en reserva, dijo el gobierno.
Sin incentivos y un cambio en la inversión, el peor de los casos es que “toda una industria puede colapsar”, asegura Aleks Engel, director de Repair Impact Fund, lanzado hace dos años por Novo Holdings A/S en Dinamarca para invertir en empresas que luchan contra la resistencia antimicrobiana.
Sin embargo, algunas nuevas iniciativas privadas y gubernamentales a nivel mundial podrían proporcionar “algunos rayos de sol” en la segunda mitad del año, dijo. “Vemos un interés creciente de varias partes en cuanto a la crisis actual”.