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Mayumi García
Hoy, Lima está de aniversario, cumple 488 años de fundación; sin embargo, el panorama que acompaña al Perú no permite celebraciones como ocurría en antaño. A solo horas de iniciarse nuevas manifestaciones en Lima y con la incertidumbre permanente de posibles hechos de violencia, los comerciantes del centro de la ciudad lamentan ser uno de los sectores más perjudicados con la convulsionada situación que envuelve a la capital y al país en general.
“Si bien enero es siempre un mes difícil, en esta etapa y con motivo de las celebraciones por la creación de la capital, las ventas crecían en un 30%, sobre todo para restaurantes y operadores turísticos”, sostiene Eduardo Estrada, presidente de la Confederación Nacional de Comerciantes (Conaco).
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De acuerdo al representante, aproximadamente 1,300 negocios, ubicados en alrededores de la Plaza Mayor, Plaza San Martín, iglesia San Francisco, jirón de la Unión y aledaños, son afectados directamente; ello, también influenciado por un flujo de hasta 20% menor de visitantes, cuya situación se arrastra desde diciembre último.
En las últimas semanas particularmente ocurrieron nuevas protestas en las principales calles del centro de la capital, cuyos manifestantes reclamaban la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el adelanto de elecciones generales y debido a los actos de violencia registrados en el interior del país, que terminaron con la muerte de pobladores y policías, hace una semana, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, anunció que los festejos por la fecha serían suspendidos.
“Hasta hace unos años, el aniversario de Lima implicaba una serie de actividades e incluso shows artísticos y presentaciones que empezaban desde la semana previa a la celebración. Todo este marco festivo generaba que el comercio, gastronomía y turismo tengan un alza en sus transacciones”, explica el dirigente.
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Más negocios
Luego de que en setiembre del año pasado se retiraron las rejas que por más de 12 meses cercaron el perímetro de la Plaza Mayor, los comerciantes del centro de Lima proyectaron mejoras en sus transacciones ante un mayor flujo de clientes y la cercanía a fiestas navideñas.
No obstante, el inicio de las protestas en el país y en Lima, tras el fallido cierre del Congreso impulsado por el expresidente Pedro Castillo, marcaron una importante caída de las ventas en esta zona. Estrada considera que la campaña navideña fue tan negativa que no permitió a los empresarios “hacer caja” para cumplir compromisos en los meses posteriores.
“Es difícil determinar cuánto se dejó de vender, pero una referencia es que el año pasado no hemos podido hacer caja, como normalmente sucede. Hemos iniciado este año en cero, sin dinero para cumplir con créditos u otros compromisos”, explica.
Esta situación también perjudicó a lugares comerciales como Mesa Redonda, Las Malvinas, El Hueco, el Triángulo de Grau, Mercado Central, entre otros.
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