Por Alex Webb
La Unión Europea ejercerá un poco más de presión sobre Amazon.com Inc. Si bien esto podría hacerle la vida más difícil a Jeff Bezos, es poco probable que sea una catástrofe para el gigante del comercio electrónico y su fundador. Aún así, el caso no puede ser ignorado.
El regulador antimonopolio de la Unión Europea planea presentar una acusación formal contra Amazon por la forma en que trata a los vendedores externos, informó el jueves Dow Jones. La investigación del bloque comenzó hace casi un año y se centra en las operaciones del mercado de Amazon.
Ahí es donde los minoristas externos, desde tiendas de barrio hasta multinacionales, pueden vender sus productos directamente en el sitio web de la compañía de Seattle. Es diferente a la otra forma de operar de Amazon, donde simplemente compra un producto de un proveedor y lo vende.
El problema es que la operación del mercado significa que Amazon puede saber qué productos son populares y dónde, incluso cuando no son productos que suministra directamente. Sería similar si Walmart Inc. tuviera datos de ventas instantáneos de todos sus rivales tradicionales. Amazon ha sido acusado de usar esa información para crear productos de marca propia que luego compiten con los productos equivalentes fabricados por vendedores del mercado.
Los datos le dan a Amazon una ventaja potencial, incluso si los vendedores intentan no participar en su ecosistema. Tomemos la moda, por ejemplo, donde operar como minorista en el mercado de la compañía es difícil. Las empresas solo obtienen una ubicación destacada en el sitio web si su producto ha recibido un cierto número de revisiones, generalmente alrededor de 15.
Debido a que las marcas de moda cambian sus líneas de productos varias veces al año, se necesita mucho esfuerzo y gasto para llegar a ese número cada vez. Es por eso que muchos simplemente no se molestan en vender en Amazon.
Sin embargo, Amazon aún sabrá qué tipo de productos de moda quieren sus clientes, a partir de sus búsquedas y hábitos de compra. Entonces, cuando no puede obtener suficiente oferta de un artículo en particular, ya sea por si el minorista se ha quedado sin existencias o simplemente ha optado por no vender en Amazon, puede fabricar su propio equivalente, en este caso una camiseta o un jeans.
Amazon también podría considerar que el producto existente no tiene un precio lo suficientemente convincente para sus clientes. La mayoría de las aproximadamente 200 líneas de productos de marca propia de Amazon son de moda.
La compañía de Bezos argumenta que lo que hace no es diferente de lo que hacen los gigantes minoristas del mundo real como Walmart, Tesco Plc y Carrefour SA que fabrican productos de marca propia.
La diferencia puede estar en el poder que Amazon ahora ejerce a través de los datos de su mercado y en que los vendedores externos dependen tanto de su mercado que el uso de esos datos por parte de Amazon parece anticompetitivo. Margrethe Vestager, jefa de tecnología y antimonopolio de la UE, al parecer, cree que puede demostrarlo.
Es poco probable que cualquier multa sea paralizante. El analista de Bloomberg Intelligence, Aitor Ortiz, estima que sería menor a US$ 1,000 millones, aproximadamente 0.3% de los ingresos esperados de Amazon este año. Pero Vestager podría intentar cambiar el comportamiento de la compañía. Lo ha hecho antes con Alphabet Inc. Ahora es el turno de Bezos.