“La papa ya ha salvado a la humanidad antes y, ahora, en plena alerta de inseguridad alimentaria, vuelve a tener un rol fundamental”, dice Jorge Andrade-Piedra, director interino del Programa del Sistema Agroalimentario Global de la Papa del Centro Internacional de la papa (CIP). Perú, como primer productor del tubérculo en América Latina, ha enviado al Asia y África semillas de por lo menos 30 clones distintas de papa para enfrentar los problemas de hambruna. Siendo un gran proveedor, ¿qué pasa con su industrialización?
En enero del 2018, Perú fue escenario de una de las más grandes movilizaciones agrícolas: el paro de los productores de papa, que terminó con dos peruanos fallecidos tras los enfrentamientos con la policía. ¿Por qué reclamaban? La falta de planificación agrícola generó una sobreproducción del tubérculo, lo que llevó a bajar el precio en chacra de S/ 0,60 a S/ 0,20 el kilogramo. La crisis se endureció, en palabras de la Confederación Nacional Agraria (CNA), por la mayor importación de papa congelada para las cadenas de restaurantes. Una paradoja, dijeron, considerando que Perú tiene más de 3,000 variedades de papa.
Luego de cinco años, la importación de papa no ha bajado al ritmo que esperaban los productores peruanos, sin embargo, la papa nacional ha ganado terreno en el mercado local y ahora también se exporta, en diferentes presentaciones, a más de 50 países. “Estamos en una revolución silenciosa en las montañas del Perú con un alto impacto”, afirma Edilberto Soto, presidente de la Coordinadora Nacional de Productores de Papa del Perú (Corpapa), socios del reconocido Carlos Añaños (ex presidente de AJE) y dueños de la marca Tiyapuy, con la que están próximos a inaugurar una planta en Lima con una capacidad de procesamiento de más de 20,000 toneladas.
Variedades para transformar
Como hemos mencionado, Perú tiene más de 3,000 variedades de papa pero de ellas, muy pocas se usan para darle valor agregado: la Canchan, una variedad blanca, así como la Única y la Perricholi son parte del pequeño grupo del tubérculo andino que marcas como Lay’s de PepsiCo, han seleccionado para transformarlas en hojuelas o chips.
Pero a este grupo se le sumarán tres más este año. El CIP prevé lanzar nuevas variedades aptas para industrializar en un máximo de tres meses, una vez que culminen el proceso de registro ante el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) y la reproducción de semillas listas para distribuir entre los productores de papa formalizados ante las entidades del Estado.
Se trata de las variedades denominadas CIP-Poderosa-Crocante; CIP-Poderosa-pollera y CIP-Poderosa-Watia, cuyos rendimientos probados resultan ser el doble que las variedades tradicionales (45 toneladas versus las 20 toneladas por hectárea), bajo contenido de azúcar, menor absorción de aceite y mas lisa, rápida para pelar. Además de que pueden cultivarse hasta los 4,000 metros sobre el nivel del mar. “Ya el reto es lograr reemplazar las variedades antiguas con las nuevas”, señala Andrade-Piedra.
Pero, ¿por qué tienen la denominación Poderosa? El nombre proviene de la mina Poderosa (La Libertad). “Es la primera experiencia de producción de nuevas variedades que se desarrolla con apoyo de una empresa minera. Y estamos en conversaciones con otra compañía del mismo sector. Y es que la zona de producción minera coincide con las zonas de producción de papa y con zonas donde hay mayor nivel de pobreza, por lo que la alianza entre minería y agricultura, a través del cultivo de papa, es importante para replicarlo en otros cultivos. Ahora también estamos haciendo investigaciones en camote”. señaló.
Pero el CIP también apunta a atraer a otras empresas -del rubro de insumos para la agricultura-, para que apoyen con financiamiento en el desarrollo de papas fortificadas que apunten a combatir la anemia, es decir, variedades con mayor contenido de zinc y hierro. ¿Cómo? El presidente interino del CIP destaca los beneficios de la Ley N° 30309, que promueve el financiamiento a la innovación a través de un beneficio tributario.
“Liberar estas nuevas variedades va a generar un círculo virtuoso cuyo impacto veremos entre tres y cinco años. Tendremos varios miles de hectáreas cultivadas con papa de alta tecnología para el gran mercado de pollerías conformado por 13,000 locales en el Perú, los cuales demandan al día 100 kilos del tubérculo por lo menos. A la par, ya estamos en contacto con hasta 10 empresas que ya procesan papa y están interesadas en hacer pruebas con las nuevas variedades”, anota.
Las pollerías, un mercado en conquista. Corpapa lanzará próximamente su línea de bastones de papa, listas para freír. Adicionalmente, a través de la marca Tiyapuy ampliarán su línea de negocio incorporando a la venta bolsas de café de alta calidad (85 puntos) de la zona del VRAEM. “Queremos trabajar en el 2024 con al menos 2,000 pequeños productores a nivel nacional”, finalizó Soto.
Dato
- CORPAPA informó a Gestión que en el 2022 recibieron una propuesta para abastecer con 5,000 kilos de papa a países con inseguridad alimentaria a través de una empresa coreana. No obstante, “tocamos varias puertas, de universidades, del Midagri, del Ministerio de la Producción, pero no obtuvimos el apoyo necesario para asegurar la oferta, por lo que tuvimos que dejar el concurso”, señaló Edilberto Soto.