El manejo de inventarios se ha convertido en todo un desafío para las empresas en la volátil coyuntura local e internacional.
La pandemia ya había complicado las proyecciones y presupuestos de las compañías, y ahora el avance inflacionario añade otra dificultad.
En junio las empresas elevaron, en promedio, a 15 el número de días que mantienen stock no deseado, según el (BCR), nivel que es el mayor desde octubre del 2020 (ver gráfico).
Para todo tipo de negocios tener un inventario en equilibrio es muy importante, afirmó a Gestión Marco Antonio Zaldívar, director de empresas.
“Por un lado, tener más inventario del deseado es malgastar el capital de trabajo, mientras que quedarse sin inventario es también un problema porque no puedes producir o vender y los clientes se pueden ir a la competencia”, explicó.
Mayor costo
El stock no deseado también genera un mayor costo por almacenamiento, refirió Elmer Cuba, economista y socio de Macroconsult.
Consideró que el incremento de los inventarios, más allá de lo previsto, refleja que las empresas en general están vendiendo por debajo de lo esperado.
“Y es un anticipo de que la producción puede caer en esas empresas; en general, no es una buena noticia”, advirtió el economista.
Alejandro Gómez Saba, presidente de la Asociación Peruana de Finanzas (APEF), refirió que los periodos de inventarios dependen del tipo de empresa y sector económico.
Por ejemplo, las compañías que importan bienes finales tienen en total inventarios para unos 90 o 120 días, que incluyen los no deseados (de 15 a 30 días), detalló.
Entre las que trabajan con insumos, los stocks son de hasta 180 días, dijo Gómez Saba, quien también es director de empresas.
Compras
El actual exceso de inventarios se explica en parte por las compras que, por seguridad, hicieron las empresas ante la expectativa de los problemas logísticos a nivel mundial, causados tanto por restricciones de los puertos chinos afectados por el covid-19 como por la guerra en Ucrania.
A este adelanto de compra de insumos o de mercadería se suma el que hicieron los importadores que temían un impacto por el fortalecimiento del dólar, indicó Zaldívar.
En el plano local, los bloqueos de carreteras por diversas protestas también condujeron a las compañías a privilegiar su tenencia de stocks, añadió.
Asimismo, los expertos coincidieron en señalar que el repunte de los precios favorece el crecimiento de los inventarios no deseados por el lado de mayores adquisiciones de las empresas, pero también porque golpea la capacidad adquisitiva de las familias, lo que explica en parte la menor demanda.
Sectores
Según Gómez Saba, en sectores como textil, eléctrico, materiales de construcción, ferretería, vehículos y de productos orientados a la minería hay más inventarios no deseados. Zaldívar añadió a estos el sector de consumo masivo, incluido el rubro de alimentos.
En este segundo semestre, las empresas tendrán que liquidar los inventarios no deseados incluso sacrificando márgenes, avizoró el presidente de APEF.
Dependiendo de cada compañía los descuentos pueden ser de 10%, 15% o 20%, estimó. En particular, las tiendas por departamentos podrían ser más agresivas con rebajas de 50%, acotó Zaldívar.
Desaceleración
Cuba y Gómez Saba prevén que en esta segunda parte del año, asumiendo que la situación política se mantiene similar, los inventarios no deseados tenderán a disminuir y a ajustarse a los nuevos niveles de ventas.
Se prevé una desaceleración de la economía más acentuada en el último trimestre, según Cuba.
Refuerzan áreas comerciales
Una de las estrategias que están usando las empresas para liquidar mercadería excedente es fortalecer las áreas comerciales y de marketing, para que las ventas sean más intensas, eficaces y más dirigidas a sus segmentos de clientes.
Así lo señaló Alejandro Gómez Saba, presidente de la Asociación Peruana de Finanzas (APEF), quien refirió que en algunos casos las compañías están optando por la inversión en capital humano y en el equipo comercial.
“La idea es aceptar menores márgenes, pero buscar rotación y estabilidad en las ventas”, añadió.
Una eventual vacancia del presidente Pedro Castillo frenaría el deterioro del escenario económico para las empresas, aunque no se podría hablar inmediatamente de un cambio en el ciclo de la economía actual, sostuvo Elmer Cuba, socio de Macroconsult.
Según las empresas no financieras encuestadas por el Banco Central de Reserva en junio, el PBI crecería 3% en el presente año.