El sistema educativo peruano, al igual que otros sectores, se han visto perjudicados frente a las medidas que estableció el Gobierno para contener los contagios por coronavirus en el Perú.
De este modo, el sector de educación superior tecnológica se encuentran en la lista de los afectados y en su mayoría, no pasarán de este año.
Así lo alerta el presidente de la Asociación de Institutos y Escuelas de Educación Superior (ASISTE PERÚ), Julio Cárdenas, al explicar que esta situación es producto de lo que ha venido sucediendo desde marzo de este año, cuando inició la cuarentena.
En conversación de Gestión.pe, explica que el mes de marzo es el inicio del proceso de admisión o de matrícula para la mayoría de los institutos, por lo que cuando se anunció la cuarentena, muchos de los estudiantes se vieron afectados por esta situación y decidieron no matricularse.
De este modo, hasta abril se habían reportado que 65,000 estudiantes habían dejado de estudiar en los institutos ante avance del COVID-19 en el país.
Cárdenas explica que la decisión de no seguir estudiando se dieron por dos factores: no contar con el dinero para pagar los estudios y no contar con internet y una PC en sus hogares para llevar las clases virtuales.
Y es que según detalla, de toda la población estudiantil que agrupa los institutos - un total de 465,000 alumnos- un 50% se paga los estudios con propios recursos y un 50% lo paga un familiar, en tanto en ambos casos se reportó una baja en sus ingresos por la pérdida empleo.
En cuanto al tema digital, señaló que si bien el Gobierno dispuso las clases virtuales para los institutos, muchos de los estudiantes no contaban con una computadora e internet en sus casas. Detalla que en Lima la brecha digital para la población de institutos en Lima es del 30%, mientras que en el regiones se eleva a 55%.
“Entonces, el abandono de los estudios se debe a dos razones, uno es el problema económico y el otro es el problema de la brecha digital, entendiéndose que los estudiantes no cuentan con computadora y tampoco cuentan por internet. Cuando hablamos de internet nos referimos no solamente a poseer intenet, si no a la calidad del mismo”, señala.
Después de marzo, la morosidad
Cuando se anunció la cuarentena, otro grupo de estudiantes ya se habían matriculado, pero en este caso, muchos no continuaron los cursos y solo optaron por reservar su matrícula, pues sabían que no iban a pagar las siguientes pensiones.
“Entonces lo que han hecho es reservar la matrícula para el siguiente semestre, y una vez pase esto, a buscar trabajo”, comenta Cárdenas, al precisar que con este este hecho, la cifra de estudiantes que dejaron de estudiar a junio de este año, se eleva a cerca de 100,000 estudiantes, lo que representa una deserción del 30% en los institutos.
De igual manera, se encuentra otro grupo de estudiantes, quienes están matriculados, llevan clases, pero no están pagando las mensualidades, y es aquí donde se observa un importante quiebre: un crecimiento en la morosidad, la cual históricamente es la más alta que se ha tenido desde que se tiene registro.
Cárdenas indica que la morosidad ahora se ubica entre 50% y 60% y el promedio antes era de 20% y 25%.
Sostiene que bajo la Ley de protección de la economía familiar, se permite que el estudiante que no pueda pagar sus estudios pueda terminar el ciclo, con la condición que realice el pago pendiente en la matrícula siguiente, es decir, en el próximo ciclo. En esta línea, dijo que una nueva crisis se presentará en la matrícula sel siguiente semestre, en agosto próximo.
“La morosidad en los institutos están entre el 50 y 60%, está más del doble de lo que normalmente tenemos y eso lo vamos a ver reflejado en la matrícula del segundo semestre porque los chicos no van a poderse matricular si no pagan sus deudas anteriores y eso es lo que nos preocupa en general a todo el sector, porque finalmente los institutos vivimos de las pensiones, y si los chicos no pueden pagar sus pensiones, se corta la cadena de pagos y no podemos pagar a los trabajadores, profesores, los alquileres, todas las obligacines que tiene una institución”, explica.
Tormenta perfecta
Bajo este panorama, Cárdenas indica que en los institutos se vienen recortando todo gasto que no sea esencial para ofrecer el servicio educativo, por ejemplo, ya no se realizarán congresos o conferencias. Ahora solo se busca dar continuidad al servicio en modo sobrevivencia, detalla.
“Estamos viviendo la tormenta perfecta, fuerte caída en matrícula, brecha digital, deserción acelerada, cierre de sedes administrativas, la morosidad. Es un duro golpe para la educación superior tecnológica. (...) A esta tormenta perfecta se suma los proyectos de ley en el Congreso sobre reducción de pensiones y eso es la cereza del pastel, pues lo que hace es emitir la partida de defunción para muchas instituciones educativas”, dijo.
De este modo, indicó que con morosidad del 50 o 60% es difícil que los institutos puedan sobrevivir en los próximos meses, principalmente los más pequeños.
“A nivel nacional nosotros tenemos 487 institutos privados, de los cuales el 93% son micro y pequeña empresa, entonces, esos son los candidatos a cerrar operaciones este año. Es bien difícil que con esta coyuntura una institución educativa pueda sobrevivir. Es inviable”, concluyó.