En medio de la crisis que afronta el sector petrolero nacional, y que se refleja en el desabastecimiento local de combustibles, la demanda de esos derivados se sigue recuperando, y por consiguiente aumenta la necesidad de importar esos productos a mayor precio.
En agosto último la demanda de hidrocarburos líquidos, es decir petróleo más líquido de gas natural (del cual se extrae GLP), llegó a los 286,620 barriles por día, lo que significó un incremento de 9,76% con respecto a los 261,120 barriles diarios del mismo mes del 2021.
Así lo indican cifras de Perupetro, que a su vez muestran que la oferta de petróleo producido en el país es es cada vez menor (ver gráfico).
La agencia estatal detalla que en setiembre la producción nacional de petróleo llegó a los 39,257 barriles en promedio diario, lo que representó una merma de -4.92% con respecto a igual mes del 2021, y una caída de -8.76% en comparación con agosto último.
En esa misma línea, en los 26 primeros días de octubre último, a su vez la producción fue de solo 31,257 barriles de crudo en promedio diario, aunque habrá que esperar al cierre de ese mes para ver la producción total.
En tanto, la extracción de líquidos del gas natural (insumo para producir GLP, que se usa para vehículos como para balones para consumo doméstico) en los primeros 26 días de octubre era de 101,716 barriles en promedio diario, y experimentó una ligera recuperación desde los 101,716 barriles de setiembre de este año.
Sin embargo, esta última cifra sigue por debajo del promedio del 2022 (de 116,880 barriles en promedio diario), y del 2021, que al cierre de ese periodo había sido de 119,508 barriles.
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¿A qué se debe la contracción en la producción?
Para Avaro Ríos, experto en hidrocarburos, la producción petrolera nacional está declinando por varias razones, pero la fundamental está asociada a que no se puede evacuar el petróleo que se produce en la selva principalmente por la paralización del Oleoducto Norperuano, que actualmente está dañado.
“Ese ducto tiene problemas técnicos y también es objeto de continuos actos de sabotaje”, anotó.
Sobre este tema, Petroperú, que tiene a su cargo la operación del mencionado oleoducto, indicó a Gestión que esta mencionada estructura para el transporte de hidrocarburos de la selva a la costa podría reanudar su operación dentro de tres meses.
Ello, refirió, en un contexto en el que no se vuelvan a producir cortes en esa tubería y sin otros impedimentos para que la empresa retome el bombeo de crudo (desde los lotes en Iquitos hasta la costa norte).
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Otro problema, remarcó Ríos, es que hasta el momento Petroperú nos reactiva los lotes 192 y 64 que le han asignado. El tercero es que hasta el momento no se lleva a cabo la licitación de los lotes en la cuenca Talara, Piura, cuyos contratos están por vencerse a partir del próximo año.
Ya otros especialistas han advertido que existe una baja producción en los lotes petroleros del noroeste debido a que, al estar próximos a vencerse sus contratos, las empresas a su cargo no realizan mayores inversiones para aumentar producción debido a que no tendrán tiempo de recuperarlas.
¿Qué retos afronta la nueva presidenta de Perupetro?
En ese sentido el experto internacional señaló que, el principal reto de la nueva presidenta de Perupetro, Isabel Mercedes Tafur, es convocar a licitación en este año los lotes petroleros que tienen contratos por vencer en la cuenca Talara.
La referencia es a los nuevos lotes 204 (que abarca a su vez los lotes VI/VII y I, operados por Sapet y Petroerú) y 205 (que comprende los lotes X, de CNPC; II, de Petromont; V, de UNNA, y el XV de Petromont), que en conjunto producen cerca de 22 mil barriles en promedio diario.
Antes que asumiera la nueva titular de Perupetro, la expectativa de la agencia era adjudicar esos yacimientos al mejor postor para el primer trimestre del 2023, a fin de atraer una inversión cercana a los US$1,000 millones para aumentar producción en los citados yacimientos.
Sin embargo, para el expresidente de Perupetro, Aurelio Ochoa, la prioridad para la nueva titular de la agencia estatal debe ser, en lugar de llevar a cabo una licitación, entregar los mencionados lotes a Petroperú, pues ello haría viable que, económicamente, pueda operar la nueva refinería Talara.
Explicó que esos yacimientos tienen un costo reproducción más regalías que oscila entre US$25 a US$30 por barril pero que, sin embargo, Petroperú lo adquiere del mercado internacional a entre US$80 a US$100 por barril. Remarcó que la entrega de estos lotes permitiría una recuperación más rápida de la petrolera estatal.
Condiciones para Petroperú
Al respecto, Carlos Gonzáles, director gerente de Enerconsult, consideró que la nueva presidenta de Perupetro tiene entre sus primeras tareas determinar si Petroperú está en condiciones técnicas y califica para poder asumir la operación de nuevos lotes, considerando que actualmente tiene ya dos asignados (los lotes 192 y 64, pero que aún no explota).
Pero, además, se mostró en contra de licitar esos lotes, señalando que la reconfiguración de los actuales seis lotes pequeños en la cuenca Talara en dos más grandes (204 y 205), como ha hecho Perupetro, puede afectar las inversiones que pueden hacer pequeñas empresas nacionales que operan yacimientos de poco tamaño, y además puede llevar a que se pierdan puestos de trabajo en estas últimas áreas.
Además, dio a entender que otra tarea primordial de la titular de Perupetro será atraer las inversiones en exploración petrolera, considerando que actualmente los seis contratos para exploración petrolera que tiene vigentes el país están suspendidos, mientras que en el 2016 había 36 contratos de ese tipo.
Además, observó que, en los últimos 42 meses, apenas se han perforado dos pozos exploratorios.
Remarcó que esa tarea es fundamental, considerando que actualmente el Perú tiene menos de 300 millones de barriles de hidrocarburos como reservas equivalentes a 3 años de consumo y consume diariamente hoy 280,000 barriles en promedio diarios.