El hecho de que el Perú mantenga restricciones sanitarias para evitar la propagación del covid-19 durante la llegada de turistas por vía marítima está provocando ya la cancelación de itinerarios de cruceros que habían planificado recalar en el país.
Ello ocurre a poco de haberse iniciado la temporada de cruceros en esta región, que va desde setiembre a abril del año siguiente, según advirtió Estenio Pinzas, presidente de la Asociación Peruana de Agentes Marítimos (APAM).
Hasta el 2019 llegaban al país un promedio de 32 cruceros al año que visitaban los puertos de Salaverry, Callao, Pisco, Matarani e Iquitos, desde donde cientos de turistas desembarcaban para visitar sus zonas turísticas aledañas y también para emprender viajes a Cusco.
Desde el 14 de marzo 2020, sin embargo, se cerraron los puertos debido a la pandemia. Y si bien en los últimos años otros países del mundo y la región abrieron sus fronteras marítimas, el Perú no lo hizo por falta de protocolos.
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Reapertura
La mejora en los índices de vacunación, la reducción de contagios, los intentos de las navieras por reactivar el transporte marítimo de pasajeros y los esfuerzos de los operadores de turismo hicieron que el Gobierno peruano abriera los puertos a los cruceros de turismo en abril del 2022.
Para ese efecto, la Dirección Regional de Salud (Diresa) del Gobierno Regional del Callao generó el documento técnico Plan frente a la Pandemia por la covid-19 para el año 2022, que fue aprobado con Resolución 365-2022-GRC/Diresa el pasado 28 de junio.
Sin embargo, según el presidente de APAM, el mencionado documento técnico es bastante restrictivo en la recepción del crucero en la bahía, pero sobre todo en la evaluación del riesgo sanitario.
Estenio Pinzas señaló que esa disposición de la Diresa incluye la posibilidad de poner en cuarentena durante un periodo de siete días a toda la nave, aun si se detectara un solo caso de covid-19, sea entre los pasajeros o tripulantes, situación que ya no se aplica en ningún otro país, sino solo en Perú.
Además, anotó Pinzas, esta disposición se mantiene a pesar de que el gremio de agentes marítimos había pedido a las autoridades portuarias nacionales, meses atrás, que actualizaran oportunamente esos protocolos sanitarios para no afectar la temporada de cruceros.
Tras calificar la medida como “un atentado contra el turismo y la economía”, el Consejo Directivo de APAM solicitó a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y al Ministerio de Salud dejar sin efecto esta medida.
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Empiezan a cancelar itinerarios a Perú
Según la Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno (Apotur), esta restricción ha generado que los cruceros estén evaluando seriamente no recalar en puertos peruanos este año ni el próximo.
Por lo pronto, reveló que de los 23 cruceros planificados para el 2022, el 50% ha cancelado y otros están evaluando hacerlo en los siguientes días.
No obstante, detalló que hay algunos cruceros que, al tener pasajeros reconfirmados, han decidido operar (este 8 de octubre llegaría el primero), pero están preocupados porque no hay noticias alentadoras de cambios en los procedimientos.
“La imagen del país como destino para pasajeros de cruceros se está deteriorando y, sin duda, se está impactando negocios futuros. Se generará una importante pérdida económica a las compañías de cruceros y las empresas peruanas especializadas en esta actividad económica”, anotó.
La Apotur estimó que, en cada temporada, los cruceros dejan en el Perú S/ 120 millones en las recaladas que realizan en los puertos del Callao, Pisco, Salaverry y Matarani, y que benefician a operadores turísticos, transportistas, guías, restaurantes, museos, artesanos, servicios portuarios, entre otros prestadores de servicios a los turistas.
Según APAM, cada día se pierden más de US$ 1.5 millones en tours por la inoperatividad de naves de crucero. “En un crucero hay varios gastos involucrados como el costo operativo de la nave, alrededor de US$ 60,000 por día, así como el costo de los tours perdidos, unos US$ 1,500 por 1,000 personas en promedio”, detalló ese gremio.