La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este viernes de manera mayoritaria un paquete de estímulo fiscal de más de US$ 2 billones para tratar de contener el impacto económico de la pandemia del coronavirus.
El plan de estímulo, que representa alrededor de un 10% del Producto Bruto Interno (PBI) de Estados Unidos, ya recibió la luz verde del Senado este jueves, con lo que solo le resta la firma del presidente estadounidense, Donald Trump, para entrar en funcionamiento.
Trump ya ha indicado que firmará la legislación, que ha contado con el respaldo de demócratas y republicanos en una rara muestra de apoyo bipartidista, en cuanto llegue a su mesa.
El paquete de estímulo fiscal es el triple del puesto en práctica en el 2009 tras el estallido de la crisis financiera, que ascendió a US$ 700,000 millones.
La legislación incluye una partida de cerca de US$ 250,000 millones que se reservarán para efectuar pagos directos a individuos y familias de US$ 1,200 para quienes tengan una renta de menos de US$ 75,000 al año más US$ 500 por cada menor de 17 años.
Asimismo, se disponen US$ 350,000 millones en préstamos para pequeñas empresas y otros US$ 250,000 millones para ampliar los beneficios por seguro de desempleo.
También otorga US$ 150,000 millones para el apoyo a las autoridades locales y estatales, y otros US$ 130,000 millones para reforzar el sistema sanitario, que en algunos lugares, como el estado de Nueva York, comienza a estar saturado.
Uno de los elementos más disputados ha sido el fondo de US$ 500,000 millones en préstamos para empresas en dificultades, como los sectores de las aerolíneas, el hotelero o el de los cruceros, ya que la Casa Blanca y los republicanos querían que fuese administrado exclusivamente por el Tesoro.
Tras la oposición de los demócratas, finalmente estará sujeto a la supervisión de un inspector independiente y conlleva condiciones como limitar el salario de los ejecutivos así como la prohibición de que se usen los fondos de rescate para la recompra de acciones.
Según los últimos datos de las autoridades estatales, en Estados Unidos la pandemia ha dejado ya más de 85,000 contagiados y este viernes ha superado los 1,200 muertos.