Por Luis Diez Canseco, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Tecnológica del Perú
Tras haberse dispuesto el aislamiento social obligatorio, se advierte un aumento sustancial del tráfico de internet. En condiciones normales, esta circunstancia sería alentadora. En efecto, pondría de relieve el incremento en el uso de entornos digitales para la educación, la productividad y la salud. Sin embargo, ello no es así necesariamente. El confinamiento producto del COVID-19 está impulsando un aumento en el uso de la red para otros fines.
En ese contexto y con absoluta razón, el OSIPTEL ha venido invocando insistentemente que se debe priorizar el uso de Internet para el trabajo en el horario laboral. Esto se debe a que el incremento del tráfico de datos genera una evidente saturación de la red, afectando precisamente los usos que se pretenden priorizar. Este problema se ha hecho patente en los últimos días; a tal punto que durante la transmisión de varios programas televisivos se puede advertir la siguiente frase: “Haz uso responsable de Internet. No satures las redes”. El mensaje es bastante claro y tiene como destinatario a todos nosotros: los usuarios.
Cabe señalar que la saturación de la red se va a incrementar aún más en los próximos días, especialmente cuando se reinicien clases en los colegios y universidades. La educación no puede detenerse.
Tal como han informado nuestras autoridades en materia de telecomunicaciones, una parte importante del tráfico de Internet se estaría generando por el uso de aplicaciones y plataformas de streaming, como es el caso de Facebook, Netflix, Youtube, Instagram, Tik Tok, entre otras; las mismas que se están autorregulando y disminuyendo la calidad de sus señales por el bien de la comunidad. Sin embargo, cabe indicar que esta congestión también podría tener su origen en la piratería audiovisual, entendida esta última como el acceso a páginas web que ofrecen ilegalmente los contenidos de propiedad de otros operadores.
Recientemente, en países como Brasil, se ha señalado que el uso exagerado de las redes y el acceso a contenidos de diferentes plataformas, estaría generando el incremento del consumo de piratería audiovisual y, debido a ello, el incremento en la congestión de las redes de algunos proveedores de Internet (ISP, por sus siglas en inglés) hasta en un 30% de todo el tráfico de datos. En buena cuenta, la piratería puede tener un impacto negativo en la calidad del servicio, además de los riesgos para la seguridad de la información online.
A lo largo de los años nuestras autoridades responsables de derechos de autor han desplegado diversas acciones para proteger a los titulares de contenidos, pero los hechos muestran que la problemática posee diversas aristas, más aún en un contexto como el actual donde las redes de Internet resultan de vital importancia para actividades como la educación digital o telesalud.
Considerando la experiencia de otros países, vemos que los ISP se encuentran en posibilidad de identificar el tráfico originado por la piratería audiovisual, aunque la coordinación que realizan generalmente es ante el regulador de telecomunicaciones. No obstante, esta misma información podría ser compartida con otros actores, como el MTC o el propio INDECOPI a fin de elevar esta problemática a otra dimensión de la agenda. La estrecha colaboración entre estas entidades, junto con el OSIPTEL, los ISP y los titulares de los derechos de propiedad intelectual, permitiría tener resultados auspiciosos.
Por lo pronto, dada la coyuntura, tenemos la gran responsabilidad de hacer un uso responsable y solidario de Internet. Sin embargo, no debe perderse de vista que es probable que los efectos del COVID-19 se extiendan aún más, en cuyo caso la intensidad de la interacción virtual (teletrabajo, teleeducación y telesalud) puede ser mucho mayor y para ello podría ser útil, entre otras, adelantar medidas de protección de la red de Internet que eviten su saturación, como es el caso de la reducción de la proliferación de piratería audiovisual.
La salud y la educación de la ciudadanía demandan un uso responsable de la red. Muchas personas y empresas lo están haciendo. Es tiempo de actuar firmemente contra los piratas.