La demanda por energía eléctrica, indicador vinculado a la actividad económica, apunta a tener un crecimiento de 4.2% en el año, proyección menor a la de 4.6% que se tenía en julio, dijo el presidente de directorio del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES-Sinac), César Butrón.
En el séptimo mes del 2022, COES ya había corregido a la baja su proyección, de inicios de año, de más de 7% para la demanda por energía. “Si bien la previsión a la fecha es 4.2%, es bastante posible que, incluso, no pasemos el 4%”, indicó Butrón.
El presidente de COES mencionó que este recorte responde, principalmente, a la ralentización de la economía local, situación que ya había sido advertida por algunos economistas.
Afirmó que el impacto de una menor inversión minera (cayó 12.5% en el tercer trimestre) ya estaba considerado en la proyección previa. No obstante, las expectativas empresariales pesimistas y su impacto, sobre todo en la actividad no minera, están pesando en los estimados.
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“Es un efecto generalizado, en un marco en donde la inversión privada es cada vez más moderada. Los efectos más grandes están mapeados, pero hay ampliaciones o pequeñas inversiones que están postergándose o cancelándose, y esto repercute en el consumo (de energía). Además, la ejecución de proyectos públicos está atrasada con respecto a su presupuesto, y también hay un efecto de Las Bambas que no está produciendo a plenitud por problemas de bloqueos. Hay una suma de pequeños factores que han influido en la corrección de nuestras proyecciones. Hacia fines de año el soporte viene por la parte vegetativa”, indicó.
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Proyecciones para el 2023 y 2024
La proyección de COES para la demanda de electricidad en el 2023 se mantiene y es de 5.4%. En julio esta fue elevada desde 4.1%.
“Tenemos la misma proyección, pues no hay noticias sobre nuevos grandes proyectos de inversión para el siguiente año. La previsión se soporta en el consumo por parte de Quellaveco, Mina Justa y las operaciones progresivas de la Refinería de Talara. Son cuatro puntos porcentuales por crecimiento vegetativo y la diferencia, por esos proyectos. El impacto por un contexto externo más adverso y la inflación pesarían también en el consumo (de energía) por parte de personas y negocios el siguiente año”, manifestó Butrón.
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Asimismo, mencionó que considerando la entrada en operación de grandes proyectos como Quellaveco (mayor base de comparación), las proyecciones en el 2022 serían más pegadas a 4%.
“Si se tuviesen los flujos de inversiones a los que estábamos acostumbrados hace más de una década estaríamos creciendo mínimo al 6%. Las proyecciones pueden cambiar de activarse algún proyecto, aún es una visión muy preliminar”, apuntó.
Datos que influyen en la demanda de energía
- La variación (porcentual a 12 meses) de la producción (o demanda) eléctrica mensual, según datos del BCR, fue de 4.9% en octubre y setiembre respecto de sus similares del 2021.
- La economía peruana creció 1.7% en el tercer trimestre del año, luego de un avance de 3.8% y 3.3% en el primer y segundo bloque del año, respectivamente.
- La inversión privada bajó en 0.8% en el tercer trimestre, luego de tener avances acotados en los primeros dos bloques.
- Ejecución presupuestal en proyectos de inversión pública es de 54.6% al 21 de noviembre.