Las protestas no deberían prolongarse hacia el siguiente año, si se toma en cuenta eventos anteriores en otros países, prevé Citi.
Para enero debería estar calmado el tema social, señaló Esteban Tamayo, Latin America Economist de Citi.
“Diciembre tiene la capacidad, por las fiestas, de bajar los ánimos de protestas, y eso lo hemos visto en otros países de la región también. Durante este último mes debe calmarse el tema social”, precisó.
En ese sentido, Tamayo señaló que las previsiones que tiene para el presente año en cuanto a crecimiento, de 2.8%, no cambiarán, en contraste con opiniones de otros analistas consultados por Gestion.pe.
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“Sí hay una posibilidad de un impacto relevante, pero no creemos que sea muy grande. Hemos visto cierres en minas todo el año, y ahora vemos algo similar. El cierre del aeropuerto de Arequipa no se espera que tenga un impacto grande, y el consumo ya venía desacelerándose. Estamos tranquilos con la proyección para el año. Podemos ponerle un sesgo a la baja, pero no creo que más de una o dos décimas. El crecimiento, igual, es bien bajo para el país, pues su nivel potencial es de 4%”, afirmó.
Para Juan José Marthans, director del área académica de Economía del PAD de la Universidad de Piura, tampoco habría gran influencia en los resultados del presente año.
“Ya estamos en los últimos días de este año, estadísticamente no creo que se afecte mucho el crecimiento del 2022, que estaría alrededor de 2.5%. No espero que las protestas duren hasta el próximo año”, manifestó.
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Para Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y Finanzas, los recientes bloqueos y protestas violentas no afectarían las cifras del presente año en cuanto a PBI. Sin embargo, mencionó que es posible que las protestas continúen luego de diciembre.
“A menos de dos semanas de acabar el año, este ya está jugado, por lo que no debería haber una afectación. No obstante, hay posibilidad que esto continúe. Si bien las fiestas navideñas pueden dar un respiro, eso no garantiza nada después. Las autoridades deben evitar que esto escale más y uno presume que tomarán ciertos tipos de acciones para frenar la violencia”, dijo el también director de Videnza Consultores.
Inversionistas dan “bienvenida” salida de Castillo
Tamayo sostuvo que la salida del expresidente Pedro Castillo es “bienvenida” por los inversionistas locales. Destacó que el nuevo gabinete, con mención particular al MEF, de la presidente Dina Boluarte, es bien recibido también por los agentes privados.
Sin embargo, mencionó que el crecimiento para el 2023 sería “plano” o similar al del 2022, en niveles de 2.9%.
“Es un cambio que el empresariado local venía buscando recibir por un buen periodo de tiempo. Hay un gabinete más ortodoxo que debe permitir que la inversión fluya un poco más. En el 2023 habría un leve repunte en la inversión, por mejores perspectivas del precio del cobre, pero también por inversión represada que en la administración de Castillo no se ejecutó. Ahora, después de unos meses, espero con un periodo más de calma, debe haber algo de esa inversión dándose el siguiente año, sin ser suficiente para tener un crecimiento alto, sino en niveles similares al de este año”, apuntó.
Marthans coincidió en que la salida de Castillo es positiva para los inversionistas, pero que esto se consolidará si se logra gestionar la turbulencia social de cara a un anunciado adelanto de elecciones. En ese sentido, indicó que el PBI del siguiente año tendría este riesgo latente.
“La posibilidad de poder revertir esta crisis política y social está en tela de juicio. Esto puede ser una amenaza para la posibilidad de desarrollo e inversión, y podría hacer que la desaceleración, que también tiene influencia desde el frente externo, en el 2023 sea inevitable y más acentuada. El aumento de la confianza empresarial, y con ello la mayor inversión, va a depender de que haya una gestión oportuna para minimizar la posibilidad de violencia en el futuro”, anotó.
Castilla mencionó que la convulsión social podría ser un factor que tenga un impacto en el crecimiento e inversión del 2023, el cual también evitaría una mejora en las expectativas de las empresas tras la salida de la anterior administración.
“La salida de Castillo representa una mejora de la calidad de la gestión pública, el nivel de los ministros es mejor. Sin embargo, hasta que no se logre tranquilizar al país, cualquier gabinete más técnico tendrá dificultad de desplegar su trabajo. Aún estamos en una crisis, y eso evita que se consoliden las expectativas de los privados. Hay que tomar en cuenta que las posibles nuevas elecciones también generan mucha incertidumbre, y sería aún mayor si estas son prematuras. Hasta el 2024 hay un poco más de tiempo para tener condiciones”, aseveró.
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Protestas no influirían en política del BCR
El representante de Citi prevé que el último aumento en la tasa del Banco Central de Reserva (BCR) fue el de diciembre, y que este escenario no sería perturbado por hechos transitorios, como las protestas de los últimos días.
“El Perú, en particular, ha estado viendo una inflación controlada en los últimos seis meses, entonces el BCR debe estar pensando lo que pasará a futuro, en donde se espera una desaceleración o crecimiento bajo. Por eso debe empezar a ajustar tasas a la baja el año entrante, y eso no se debe ver afectado por un factor puntual de oferta como las protestas”, añadió.
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Capitales hacia Perú en el 2023
Por el lado del inversionista extranjeros, mencionó Tamayo, estos podrían tener un mayor “apetito” el siguiente año e ir a plazas como Perú, independientemente del riesgo político.
“Recordemos que ya viene el ciclo bajista de tasas del BCR y viene el cambio de posición de política monetaria de la Reserva Federal (más flexible en aumento de tasas). Eso hace que el inversionista extranjero quiera tomar más riesgo. Puede que se haya incrementado el riesgo político local, pero los capitales extranjeros debería tener más apetito por riesgo hacia final del siguiente año”, anotó.
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