En un intento para acallar las críticas en torno a la pandemia de coronavirus, China está desplegando un arma muy utilizada: sanciones comerciales.
Pekín ha bloqueado algunas importaciones de carne australiana luego de que el gobierno del primer ministro Scott Morrison, apoyado por Washington, pidió una investigación contundente sobre los orígenes del brote y rechazó las solicitudes chinas de retroceder.
La medida representa la primera ocasión que Pekín utiliza el acceso a su enorme mercado como una ventaja en su campaña para desviar la culpa por el brote. Pero en la última década, ha utilizado la táctica regularmente contra gobiernos de Noruega a Canadá en disputas políticas.
“Lo que hace China en realidad es enviar un mensaje político”, dijo Peter Jennings, director ejecutivo del Instituto Australiano de Política Estratégica, un centro de estudios. “Le están diciendo a Australia: ‘No armes un alboroto sobre una investigación abierta e independiente’".
China tiene mucho que perder como para destruir por completo su relación comercial con Australia, comentó Jennings, y no ha afectado sus mayores importaciones australianas como el mineral de hierro y carbón porque necesita un proveedor confiable.
Sin embargo, ha suspendido las importaciones de carne de los mataderos australianos y ha amenazado con imponer enormes aranceles sobre la cebada, en medidas que señala que son simplemente regulaciones.
Pero Australia no dará marcha atrás. “Estamos defendiendo nuestros valores y las cosas que sabemos son importantes”, dijo el primer ministro australiano.
Morrison añadió que Australia traza líneas claras sobre ciertas cuestiones, “y esas cosas no se negociarán nunca".
El ministro de Exteriores chino Wang Yi dijo que los políticos extranjeros habían “insistido en politizar la epidemia, etiquetando el virus y difamando a la Organización Mundial de la Salud (OMS)” y que China merece elogios por controlar el brote y ayudar a otras naciones, de acuerdo con reportes de la agencia oficial Xinhua.
La relación entre ambos países ha sido complicada desde el 2018, cuando Australia impidió que la compañía tecnológica china Huawei implementara una red 5G, alegando preocupaciones por la seguridad.
El año pasado, China suspendió las importaciones de carbón australiano luego de que el gobierno revocó la visa de un importante empresario chino.