La investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Carolina Trivelli, sostuvo hoy que los nuevos motores del crecimiento económico, presente y futuro, están en las zonas rurales, por lo que concentra oportunidades para elevar el potencial de crecimiento de la economía nacional en el corto y largo plazo.
“El Perú rural, que siempre miramos como un lugar difícil, pobre y complejo de atender, es donde están buena parte de nuestros motores de crecimiento presentes y futuros”, dijo durante su participación en el foro Perú Resiliente: Retos y Potencialidades, organizado por Hacer Perú.
Subrayó que es en el mundo rural donde nuestro país se va a jugar, probablemente, las posibilidades de ampliar las capacidades de crecimiento potencial.
Modelos efectivos
La investigadora comentó que se debe entender y potenciar los modelos de asociatividad que están funcionando en las zonas rurales para replicarlos.
“Hay que ir identificando aquellos modelos que permiten a los agricultores de pequeña escala (97% de los productores del Perú) tener una posibilidad no solo de poner en valor los recursos que poseen, como son la tierra, el acceso al agua y la ubicación donde están, sino también ofrecer condiciones para la generación de ingresos”, dijo.
Inclusión económica
Trivelli comentó que incluir a las personas en el proceso de desarrollo implica generar oportunidades para que cada ciudadano pueda aportar al desarrollo del país.
Por ello subrayó que los esfuerzos de inclusión económica deben estar en el centro de la agenda de inclusión social.
Destacó la articulación de una empresa grande, con acceso a mercados y tecnología, que en vez de ir comprando tierras opta por un modelo en el que empieza a relacionarse con pequeños agricultores.
“Al transferirles tecnología productiva y procesos de certificación, como manejo poscosecha, se les permite a estos agricultores, con una o dos hectáreas, incorporar sus productos en una cadena de valor”, dijo.
Comentó que este tipo de modelos se traduce en más ingresos para los agricultores y en un proceso de mejora continua de su productividad con relación a su recurso principal que es la tierra, con un manejo que va mejorando tanto en términos fitosanitarios como de cuidado de los recursos naturales de la propia tierra para mantenerla productiva, además de la conservación del recurso hídrico.
“Tenemos que encontrar nuevos formatos de inclusión económica para poblaciones que por sí solas no van a poder superar una condición de pobreza, en la que están por diversas razones”, aseveró.