Antes de la llegada del COVID-19 a Perú, la importación de juguetes y accesorios para ser vendidos durante la campaña navideña -que se inicia generalmente a fines de octubre- empezaba en marzo.
Los importadores de Mesa Redonda comienza a comprar novedades desde aquel mes a fin de contar con stock suficiente y sobre todo con artículos nuevos que pueden generar tendencia durante la campaña, una de las más importantes del año.
No obstante, el COVID-19 no solo está generando que este conglomerado todavía no abra sus puertas -aunque se estima que podría iniciar operaciones a puertas cerradas a fines de junio- sino también tiene problemas en la importación de juguetes y accesorios.
Roberto Díaz, vicepresidente de la Asociación de Importadores de Mesa Redonda, comentó a Gestión.pe que uno de los principales problemas que enfrentan son las demoras en la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
Para importar juguetes, esta instancia solicita la “Copia Certificada de Autorización Sanitaria de Juguetes y/o Útiles de Escritorio”, cuyo trámite puede demorar hasta más de 30 días cuando en la práctica no debería tomar más de 7.
Esta documento le permitirá al empresario importar, distribuir, comercializar y almacenar juguetes y/o útiles de escritorio a nivel nacional.
“Si en condiciones habituales habían demoras, ahora en pleno estado de emergencia se están demorando más de 30 días hábiles, lo que retrasa todo el proceso de importación”, comentó.
A esto se suma, la solicitud de los importadores de que se amplíen las autorizaciones sanitarias vencidas.
“Los trámites lo hacemos generalmente entre marzo y abril para poder importar, sin embargo ante la falta de certeza sobre la fecha de apertura de las galerías de Mesa Redonda y si habrá demanda tras la recesión que vive el país, pedimos que se amplíen las autorizaciones vencidas".
¿Pueden hacer pedidos? Díaz remarcó que el problema no está en los proveedores -especialmente de China- ya que ellos están operando en condiciones habituales y ofreciéndoles ‘novedades’ sino en la falta de certeza sobre cuándo empezará a operar Mesa Redonda. Lo que activaría en mayor medida la importación.
“Si a partir de julio no se abre Mesa Redonda y continúan las trabas burocráticas, se vería una caída cercana al 80% en las ventas de la campaña navideña dado que se retrasaría el proceso de importación”.