A los bancos europeos les preocupa que su principal regulador utilice su próxima prueba de estrés climático para elevar los requisitos de capital.
La gran cantidad de datos que los bancos deben presentar pronto al Banco Central Europeo podría usarse para justificar requisitos de capital más altos a partir del próximo año, según cabilderos que representan a la industria. Los esfuerzos para obtener claridad del BCE se han enfrentado a un gran número de evasivas, lo que aumenta el nivel de ansiedad, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque se trata de conversaciones privadas.
En sus declaraciones públicas, el BCE ha dejado claro que las pruebas son una oportunidad para que los bancos y el regulador sepan cuán vulnerables son al clima extremo y a las leyes más estrictas relacionadas con el cambio climático. Los resultados de las pruebas individuales no se harán públicos y el BCE ha tratado de tranquilizar a la industria respecto de que adoptará un enfoque matizado para sacar conclusiones sobre el capital. Pero también ha dejado claro que, en última instancia, el cambio climático será tratado como cualquier otro riesgo.
Una portavoz del BCE declinó realizar comentarios.
El ejercicio comienza en marzo y los datos agregados deben presentarse en julio. Los bancos han criticado la idea de que el BCE utilice la prueba para implementar nuevas reglas para abordar el riesgo climático.
Los bancos a menudo hacen campaña contra los mayores requisitos de capital, ya que pueden reducir los fondos disponibles para bonos y dividendos de los inversionistas.
El BCE dice que los resultados se incorporarán desde “un punto de vista cualitativo” a la revisión de este año de los riesgos que enfrentan los bancos individuales. Eso significa que podrían afectar indirectamente los requisitos de capital que los reguladores establecen para cada banco individualmente cada año.
Un cabildero dijo que existe la preocupación de que algunos reguladores quieran ir más allá de ver cómo los bancos manejan los riesgos que enfrentan y usen el capital como un instrumento contundente para tratar de alejar a los bancos de los préstamos a empresas que contaminan. El BCE dijo el mes pasado que la prueba de estrés tiene como objetivo evaluar qué tan preparados están los bancos para enfrentar los impactos financieros y económicos derivados del riesgo climático.
El BCE no está solo en sus esfuerzos por abordar el riesgo climático entre los bancos. Si bien Estados Unidos ha tomado menos medidas hasta ahora que su par con sede en Fráncfort, la Reserva Federal dijo el año pasado que está comprometida a trabajar dentro de su mandato para abordar las implicaciones del cambio climático. Instituciones financieras mundiales que representan a alrededor del 40% de los activos mundiales se han comprometido a reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero que causan sus préstamos en términos netos para 2050.