Con la reapertura de playas este año, el turismo en Piura comenzó a reactivarse a paso lento, y con el inicio de la temporada de avistamiento de ballenas, que va de julio a setiembre, se ha llegado a tener una ocupación hotelera promedio de 70%, declaró el presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Piura, Javier Bereche.
La reactivación se fue dando desde mediados de junio cuando se tenía un 50% de ocupación hotelera y se preparó la campaña turística piurana con el avistamiento de ballenas que va desde julio a setiembre, logrando llegar a la ocupación actual, mientras que en el último fin de semana largo la ocupación llegó a 90%.
Según Bereche, antes de pandemia el 25% del turismo receptivo era ecuatoriano, dada la cercanía entre fronteras, pero actualmente están cerradas ante la pandemia.
“Hay turismo extranjero, pero es incipiente. Los que vienen por avión normalmente es el rebote de la selva y Cusco, pero no es significativo como el turismo terrestre ecuatoriano”, refirió.
Sin embargo, Bereche remarcó que esto no ha sido un impedimento para Piura, puesto que la temporada preverano ya se inició y algunas grandes cadenas hoteleras ubicadas en Máncora, por ejemplo, tienen una ocupación alta los fines de semana.
Por otro lado, la artesanía piurana depende del turismo de playas. Hoy solo operan el 90% de los artesanos, puesto que el 10% no logró reactivarse. La mayoría de turistas que llegan a Piura dedican un día al turismo de artesanía, siendo de seis días y cinco noches el tiempo promedio de estadía.
Cabe precisar que Piura tenía 15 vuelos diarios con ruta Lima-Piura y hoy solo llegan ocho. El 30% de la ocupación de vuelos viene por turismo y el 70% restante es por trabajo dedicado a hidrocarburos, agroexportación y pesca. Por tanto, Bereche también remarcó la importancia de impulsar la inversión y el trabajo.
Reservaciones para fin de año
La temporada de fin de año se inicia el 20 de diciembre en adelante y se hacen reservaciones con un mes de anticipación; es decir, desde mediados de noviembre se van agotando las reservas hoteleras.
A la fecha se están haciendo algunas reservaciones, pero Bereche recordó que el 22 de diciembre del 2020 por orden del gobierno se cerraron las playas, pese a que ya se tenía el 80% de la ocupabilidad reservada, por lo que el dinero de las 40,000 reservas se tuvo que devolver. Fueron muy pocas personas las que no cancelaron y aceptaron pasar las fiestas de fin de año dentro del hotel.
“En Piura han declarado Sullana en nivel alto de contagio. Nos preocupa que si se continua así, se podría cerrar las playas de Máncora, Talara o Paita y otra vez nos veríamos con complicaciones”, agregó.
Suspensión perfecta y otras complicaciones
Desde setiembre del 2020 el sector turístico de Piura tuvo un incremento de 30% en sus gastos corrientes para cumplir con las medidas de bioseguridad. Por tanto, el margen de ganancia es menor, dependiendo de cada caso.
En Piura, durante los meses más críticos, se tuvo que despedir a la mitad de los 15,000 trabajadores del sector turismo, entre ellos personal especializado en gastronomía y administración.
Según Bereche, la mayoría de solicitudes para aplicar a la suspensión perfecta de labores fue denegada por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). Pese a que se presentó el último boletaje de dichas empresas con fecha del 15 de marzo del 2020 y la anulación de sus servicios de agua y luz. A la fecha, refirió que afortunadamente ante la lenta recuperación se fue recontratando al personal.
“Este sector turístico necesita un rescate para reactivarse y no es solo inyección de dinero barato, es reprogramación de deudas. No vamos a poder pagar IGV, ni renta, no solo este año, también el próximo si se sigue así”, advirtió.