Aunque gran parte de las empresas han evidenciado dificultades económicas desde la llegada de la pandemia del coronavirus al país, se presentaron ante el Indecopi solo 19 solicitudes para el inicio de procesos concursales entre abril y julio, los meses de mayor afectación de la economía nacional.
De dichas solicitudes, 18 correspondieron al Procedimiento Concursal Ordinario y una de ellas al Procedimiento Concursal Preventivo.
En el acumulado de enero a julio del presente año, el número de solicitudes de procesos concursales (de reestructuración o liquidación) ascendió a 51, es decir siete solicitudes mensuales en promedio; mientras que en el mismo periodo del año pasado se presentaron en promedio 13 por mes, informó el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) a Gestion.pe.
Un proceso concursal ordinario permite que a un deudor con problemas para pagar a sus acreedores se le aplique la Ley General del Sistema Concursal, con el fin de que sus acreedores se reúnan en una Junta de Acreedores, evalúen la situación y decidan qué hacer con el patrimonio de la empresa: reestructurarlo o liquidarlo.
Alfonso Pérez-Bonany, director del Área Concursal del estudio Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, señala que en una crisis económica como la actual las empresas necesitan soluciones rápidas y existe la idea de que estos procesos no permitirán restructurar el patrimonio de la empresa a tiempo.
“Es un número pequeño (de solicitudes presentadas), porque el sistema concursal peruano es lento. Que se instale la junta de acreedores demora un año o un año y medio, entonces el sistema no es idóneo para reestructurar negocios sino para liquidar los negocios”, dijo a Gestion.pe.
En el 2019 se presentaron 155 solicitudes de concurso y al cierre del año fueron atendidas 122 de ellas. En tanto, en el transcurso de 2020, se han presentado 51 solicitudes, de las que 48 se hallan en trámite, “producto de la suspensión de plazos dictada por el Ejecutivo”, detalla Indecopi.
‘Reestructuración express'
Frente a la necesidad de que las empresas cuenten con plazos más breves durante la pandemia, a inicios de junio entró en vigencia el Decreto Supremo Nº 102-2020-PCM, que puso en vigencia el nuevo Procedimiento Acelerado de Refinanciación Concursal (PARC), que tiene un procedimiento express, cuyo reglamento fija plazos más breves que los de un procedimientos ordinario o preventivo y puede iniciarse de manera virtual.
Han pasado dos meses desde entonces y sin embargo se ha presentado la solicitud de una sola empresa para acogerse al PARC, que fue declarada improcedente porque el deudor no cumplía con los requisitos establecidos.
Al respecto, Pérez-Bonany consideró que en los empresarios podría influir la idea de que estos procedimientos tardan demasiado, a pesar de que el PARC se ha presentado como la alternativa más rápida; y la incertidumbre del panorama actual, porque no saben si van a poder cumplir con los nuevos cronogramas por establecerse.
En su lugar, las empresas estarían optando por recurrir a programas como Reactiva Perú u otras fuentes de financiamiento para mantener a flote su patrimonio.
“El empresario no sabe si los mercados van a empezar a funcionar en setiembre, diciembre o nunca. Entonces, iniciar un PARC ahora para que le den en dos meses un plan de pagos, no le soluciona el problema, porque no sabe si en octubre podrá empezar a cumplir ese plan de pagos”, agregó.
Por otro lado, sostuvo que las empresas grandes que suelen capitalizar sus utilidades deberían tener las espaldas financieras para llegar hasta fin de año sin la necesidad de acudir al concurso. En cambio, los empresarios pequeños podrían encontrar más sencillo cerrar la empresa y abrir una nueva, en lugar de acudir a un concurso.