El Banco Mundial recortó a 2.9% su perspectiva de crecimiento global para el presente año (4.1% a inicios de año y 3.2% en abril). Más allá de los recortes en las predicciones, llamó la atención los comentarios de David Malpass, presidente de la institución, quien advirtió de los peligros que enfrenta la economía mundial: alta inflación y lento crecimiento. Indicó que los efectos pueden durar varios años y que “el peligro de estanflación es considerable”.
La estanflación (bajo crecimiento y alta inflación) es uno de los temas que hoy domina los mercados financieros y el Banco Mundial lo considera uno de los principales riesgos. Carmen Reinhart, vicepresidenta y economista jefe del Banco Mundial, aseguró recientemente que la estanflación es una realidad en muchos países. Ello se debe a un PBI per cápita aún por debajo de sus niveles prepandemia, acompañada de niveles inflacionarios altos.
“Esta situación toma lugar en países emergentes con menos ingresos de los que poseían antes de la llegada del Covid-19 y que experimentan inflación, los cuales se ven más golpeados debido a que gran porcentaje de los gastos de los hogares se destina al consumo de alimentos y energía. En el caso de Estados Unidos, esto se explica por un sobrecalentamiento de la economía, en un contexto en que su crecimiento ha caído y que la inflación permanece alta”, explica Luis Falen, head de Macroeconomía de Intéligo SAB.
La inflación de Estados Unidos continúa en niveles récord de los últimos 40 años y en mayo alcanzó el nivel de 8.6%, luego de moderarse en abril. Los mayores precios de la energía (+34.6%), alimentos (+10.1%) y vehículos usados (+16.1%) lideraron el avance. Aunque el análisis detallado ofrece pistas sobre una moderación en la difusión de las presiones de precios —como el nuevo descenso en la inflación subyacente (6.0% vs. 6.2% previo)—, en la práctica el avance de la inflación total eleva la presión sobre la FED para mantener, o incluso recrudecer, su mensaje de lucha frontal contra la inflación.
Pese a que la Reserva Federal no puede afectar de manera directa varios de los hechos generadores de inflación, el avance anual de los precios en mayo los compromete a seguir la senda de retiro de estímulos. Un estudio de la Reserva Federal de San Francisco señaló que la divergencia entre la inflación de Estados Unidos y otras economías desarrolladas puede explicarse por la magnitud del despliegue fiscal de la administración Biden. El documento sugiere que el impacto de las acciones del gobierno se puede estimar en 300 puntos básicos.
“De esta manera, estamos frente a un entorno más complejo para la toma de decisiones, mientras aumenta el temor a la estanflación; pues mientras todas las cifras de actividad conocidas recientemente apuntan a una revisión a la baja en la proyección de crecimiento para este año, la evolución de la inflación puede forzar un ajuste de los bancos centrales más agresivo de lo esperado”, considera Falen.
“Sin embargo, en nuestra opinión, consideramos que la noción de que la inflación ‘habría alcanzado un pico’ debe interpretarse más en el sentido de un proceso y no en referencia a un dato puntual. Se espera que la inflación muestre en la segunda parte del año cierta moderación. Ello no implica que puedan aparecer datos por encima de las expectativas del mercado que generen volatilidad. El papel de los hacedores de política será vital para encontrar un equilibrio y prevenir escenarios que golpeen a la economía global”, agrega el economista.