La invasión rusa a Ucrania, que lleva tres meses, sigue aumentando el miedo al hambre a nivel global, llevando a varios países a optar por proteccionismos alimentarios. En ese contexto, el mercado de proveedores de insumos claves para la seguridad alimentaria en Perú, también está cambiando.
Hasta febrero, el principal proveedor de fertilizantes nitrogenados para la agricultura peruana, como la urea, era Rusia, con un 62% de participación seguido de China. Pero tras el inicio de la invasión, Argelia ha tomado su lugar, según datos a abril del Departamento de Estudios Económicos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
Así, entre enero y abril de este año, Argelia tiene una participación de 43% en el mercado de fertilizantes para Perú; Rusia bajó a 39% y Bolivia tienen un 17%. ¿Y China? “Está asegurando su mercado interno para abastecer su producción agrícola local, sumado a que tiene cerrado varios puertos debido al rebrote de la pandemia, y eso obstaculiza su comercio internacional”, explica Carolina Ramírez, vocera del Midagri.
A inicios de mayo, la Asociación Peruana de Molineros de Arroz (Apema) informó la llegada -por iniciativa privada- de un barco de 30,000 toneladas de fertilizantes proveniente de Argellia para abastecer principalmente al sector arrocero.
Ramírez también informó que hacia abril, la importación nacional de nitrogenados como la urea fue ligeramente mayor respecto a marzo. Aún así, en el período enero-abril de este año, todavía se registra una caída en 51.8% de ingreso de urea y de 80.5% en nitrato.
Los potásicos -que es el segundo insumo más usado en la agricultura peruana después de la urea- también registran una caída acumulada de 70%. Solo el ingreso de sulfato de amonio -un fertilizante sustituto- creció en 61%.
En tanto, los precios siguen subiendo en el mercado nacional y de enero del 2020 a marzo del 2022 registra una subida promedio acumulada de 252%, según datos del Midagri, entidad que hizo oficial la norma que permitirá la compra y distribución estatal de fertilizantes por S/ 348.8 millones hasta agosto próximo, ante la caída del abastecimiento y los mayores precios que afectan a los pequeños productores.
Perspectivas sobre el trigo
El precio del trigo, uno de los cereales que más importa Perú -depende casi en un 80% de lo que llegue del mercado externo- ha vuelto a dispararse en este mes de mayo. Y es que a la fuerte presión que ya arrastraba por el , se exacerbó con el anuncio de India -el tercer mayor productor de trigo del mundo- de prohibir sus exportaciones para proteger su mercado local.
La nueva información también ha cambiado las proyecciones que tenía el Midagri. Según Ramírez, la entidad tenía previsto que el precio del trigo tocara su pico máximo este mes para luego descender paulatinamente, pero las nuevas condiciones harían que esa previsión se dé en un par de meses más y con una tendencia al alza.
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Para el Perú, el trigo constituye uno de los principales insumos en la producción de alimentos, pues está destinado principalmente para la panificación y pastelería (68%), galletería (6%) y elaboración de pastas (26%), además se utiliza para la elaboración de sémola, cerveza, entre otros.
Un mayor precio de la harina del trigo pone en jaque a las empresas del rubro panificador y molinero, han asegurado los expertos a Gestión.pe. Pero también afecta al consumidor. Según datos del Midagri, el precio del pan se incrementó pasando de S/ 4.17 por kilogramo en diciembre del 2021 a S/. 5.15 a febrero del 2022.
Para asegurar el abastecimiento -agregó Ramírez- los importadores peruanos también estarían tocando la puerta de Brasil y Australia, que tienen una producción también importante del cereal, y elevarían su oferta a fin de disminuir la brecha que deja el conflicto ruso-ucraniana.
La especialista indicó que, además de la guerra y el anuncio de la India, la aplicación de restricciones para la exportación por parte de varios países para asegurar su oferta interna es un factor que preocupa a países importadores como Perú.
A la fecha, según reportan medios internacionales, más de 20 países han prohibido exportar sus alimentos. Turquía suspendió sus envíos de carne de res, cordero, carne de cabra y todo tipo de aceites.
Kuwait prohibió exportar pollo, cereales y aceite. También Kazajistán ha prohibido vender fuera trigo y harina. En América Latina, Argentina, es el único país a la fecha, que decidió no exportar aceite de soja y harina.