A dos meses de culminar la campaña agrícola 2022-2023, hay reducciones significativas en áreas sembradas de varios de los principales cultivos, debido, entre otras razones, a la persistencia de riesgos agroclimáticos que, según el Senamhi, continuarán en las próximas semanas.
De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri), al 4 de abril las más afectadas en esa campaña -que comenzó en agosto del 2022 y concluirá en junio próximo- son las zonas cultivadas de quinua, arroz, cebolla, frijol, maíz amiláceo y papa.
Las más golpeadas fueron las zonas sembradas de quinua, que, al 75% del inicio de su campaña, llegaron a 53,077 hectáreas, con una contracción de 21.5% respecto del promedio de las cinco últimas campañas agrícolas, según el Marco Orientador de Cultivos del Midagri.
De acuerdo con expertos en agrometerología del Senamhi, era de esperar la reducción de los cultivos de quinua, pues comenzaron con retraso debido a la sequía que afectó particularmente al sur del país.
De hecho, las zonas más afectadas por menores siembras fueron Cusco (-61.2%), Tacna (-44.4%), Arequipa (-38.6%), entre otras.
Ese resultado, además, está por debajo de la expectativa de cultivos declarada por los productores en la Encuesta Nacional de Intenciones de Siembra 2022-2023, en la que esperaban sembrar 71,000 hectáreas con quinua.
¿Qué otros cultivos se están afectando?
El segundo cultivo más afectado es el de la cebolla, que, al 51% de la campaña, alcanzó las 7,370 hectáreas, con una reducción del 13.2% en comparación con las cinco campañas anteriores. En este caso, la intención de siembra era alcanzar las 14,447 hectáreas, según la Encuesta Nacional de Intensiones de Siembra (Enis).
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Le siguen los sembríos de maíz amiláceo, que -al 85% de la campaña- abarcaron 174,871 hectáreas, significando una merma de 12.9% respecto del promedio de las cinco campañas previas.
En el caso de la papa -que es el segundo producto más sembrado-, al 70% de iniciada su campaña, se habían plantado 283,723 hectáreas, que resultan 11.5% menores que el promedio de las pasadas cinco campañas.
Respecto del arroz -que es lo que más se cultiva en el país- la superficie sembrada (al 70% en su campaña) abarcó 283,723 hectáreas, representando un retroceso del 5.9% frente a las cinco campañas anteriores.
Pero, además, las intenciones de siembra -expresadas en la encuesta Enis- eran mucho mayores, de 408,107 hectáreas. En zonas típicamente arroceras, como La Libertad, los arrozales se redujeron en 9%, en Lambayeque (-15%) y Piura (-15.8%).
Condiciones climáticas
Según el Senamhi, para las próximas semanas se espera que en la sierra sur persistan bajas temperaturas de hasta -3 grados centígrados, que afectarían el desarrollo de cultivos de papa, maíz y orégano.
Los daños ocasionados serían lesiones en las hojas, tallos, plantas con síntomas de marchitamiento y muerte de tejidos; lo que disminuiría la capacidad de desarrollo del cultivo, aunado a la cosecha con bajos rendimientos, detalla la entidad.
Para cultivos en el norte, según la citada entidad, debido a las altas temperaturas y continuidad de las lluvias, aún persisten riesgos de plagas para muchos sembríos principales.
Productores piden ayuda
En tanto, el presidente de la Convención Nacional del Agro (Conveagro), Anaximandro Rojas, explicó que ya desde noviembre del 2022 se aprecia una disminución de zonas sembradas en la campaña 2022-2023, sobre todo en zonas altoandinas debido a la sequía.
A esto se añade la pérdida de cerca de 40,000 hectáreas en la zona norte por inundaciones y malas condiciones del clima en general, dijo.
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Esa situación pone en riesgo la seguridad alimentaria, por el suministro a los mercados y porque muchos productores destinan su producción al autoconsumo, para su subsistencia, añadió.
En tal sentido, indicó que si bien algunos productores están siendo cubiertos por el seguro agrario catastrófico que ofrece el Midagri, así como por el programa Con Punche Perú, requieren apoyo en insumos para recuperarse, como semillas y fertilizantes.
En este último caso, refirió que agroquímicos como la urea aún no llegan a niveles previos a la guerra entre Rusia y Ucrania, manteniéndose en los S/180 soles por saco. Si bien en su punto más alto llegaron a los S/260 por saco, aún no retornan a sus niveles previos de S/70 el saco (de 50 kilos).