Son tres años seguidos en que la agricultura destinada al mercado interno es golpeada, primero por el covid-19, luego por la falta de fertilizantes, posteriormente por la sequía, y ahora por las lluvias intensas que inundan campos de cultivo a raíz del ciclón Yaku.
Al hacer un análisis de la actual campaña agrícola 2022-2023, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) reconoció que hay una afectación en el avance de ese periodo de siembras, que se iniciara en agosto pasado y debe concluir en junio próximo.
¿Qué impactos hay en lo que va de la campaña?
Juan Carlos Moreyra, especialista de la Dirección de Estudios Económicos del Midagri, indicó que, de agosto del 2022 a enero del presente año, se registra una caída del 10.9% en las áreas sembradas de los 30 principales cultivos que abarcan el 90% de la superficie agrícola de esta campaña.
En total (incluyendo otros cultivos), y con un avance de la campaña de siembra al 68% (hasta enero), la superficie agrícola sembrada se ha contraído en cerca de 3.6% respecto del promedio de las cinco campañas anteriores, detalló.
¿Qué productos han sido los más afectados?
Precisó que los más afectados son los cultivos de papa, maíz choclo y quinua, y que si bien se esperaba impactos negativos en el arroz, maíz amarillo duro y maíz amiláceo, ello no ha ocurrido.
En cuanto a la papa, por ejemplo, detalló que se han sembrado 241,728 hectáreas, lo que implica una caída del 11.6% respecto del promedio de la superficie cultivada en las últimas cinco campañas agrícolas.
Tal retracción, por la cual las zonas sembradas con ese tubérculo están por debajo del promedio histórico, ha ocurrido en más del 5% en 17 regiones, sobre todo en zonas costeras y altoandinas, y, en menor medida, en La Libertad y Tacna.
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No obstante, la mayor caída la sufrieron los productores de quinua, que sembraron 52,607 hectáreas, que resulta menor en 21.4% respecto del promedio de las pasadas cinco campañas agrícolas. En este caso, la superficie sembrada de quinua cayó en más del 15% en diez regiones productoras.
¿Qué causó la contracción en zonas sembradas?
En una presentación, el funcionario indica que se atribuye la retracción en las áreas sembradas a la sequía severa y a los altos precios de los fertilizantes químicos, que encarecieron el costo de los cultivos.
No obstante, antes de la ocurrencia de la sequía, los productores ya atribuían el atraso de siembras a la incapacidad del Midagri de poder realizar la importación de urea, tras cuatro sucesivas fallidas licitaciones para su compra por parte de ese sector.
Situación de otros cultivos principales
Moreyra indicó que si bien a raíz de la Encuesta Nacional de Intenciones de Siembra (Enis) se esperaba una caída de 2.1% en las áreas sembradas de arroz, por el contrario, se ha visto un incremento del 2.1% gracias a las lluvias en enero.
Además, en el caso del maíz amarillo y el maíz amiláceo, refirió que hubo crecimientos en la superficie sembrada en 4.4% y 0.3%, respectivamente.
El funcionario prevé que en febrero, cuando continuaron las lluvias. la brecha (contracción de superficie sembrada) en general se reduzca.
Efectos del ciclón Yaku
En tanto, Christian Garay, director de estadísticas y seguimiento y evaluación de políticas del Midagri, informó que, hasta el momento, las lluvias intensas -que generó el ciclón Yaku- han dañado hasta el momento a más de 50,000 hectáreas de cultivos en más de 360 distritos a nivel nacional
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De esa cantidad, refirió que 34 mil hectáreas sembradas fueron afectadas, y otras 16 mil se han perdido, a causa de las inundaciones que causaron las lluvias intensas.
¿Cómo varió la producción agrícola?
Para Eduardo Zegarra, investigador principal de Grade, la información hasta ahora proporcionada por ese sector no está midiendo la caída en el rendimiento de los campos de cultivo.
Estimó que la producción agraria habría caído entre 15% y 20% en la campaña, debido a la sequía y la falta de fertilizantes.
Esa situación representa una merma muy fuerte en los ingresos de los productores, así como un incremento en los precios, situación esta última que, por otro lado, más bien permite una ligera recuperación a la golpeada economía de los agricultores, dijo.
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