Pese a que su iniciativa presentada el año pasado no prosperó, el alcalde de Lurín, Jorge Marticorena, insistirá en lograr el cambio de la zonificación de este distrito pero con excepción de las áreas más controversiales.
Según señaló, las zonas más sensibles son la playa de San Pedro, donde hay humedales, y los alrededores del distrito de Pachacámac. “Las zonas donde hay conflicto no las toquemos, pero no podemos castigar a todo el distrito”, dijo a gestion.pe.
En el tercer trimestre del año pasado, el Concejo de Lima hizo regresar a fojas cero la propuesta de Reestructuración Integral de Zonificación presentada por el municipio de Lurín, tras haber sido aprobada por diversas instancias. Esta buscaba el cambio de zonificación de alrededor de 1,000 hectáreas para su uso residencial y comercial.
Frente a la iniciativa que había presentado la municipalidad distrital en agosto pasado, un grupo de activistas expresó su rechazo por supuestamente poner en riesgo humedales, el valle agrícola y el paisaje de la zona, entre otros.
A fines del año pasado, Marticorena presentó un nuevo pedido para que se reconsidere el cambio de zonificación. Si se excluyeran las áreas de mayor controversia, el cambio se aplicaría ya no a 1,000 ha, sino a 800 ha.
Al hablar de la importancia de este proyecto para el distrito, Marticorena sostuvo que parte importante de la población de Lurín vive sin agua ni alcantarillado en sus viviendas, puesto que la calidad de zona urbana es un requisito indispensable para que Sedapal instale estos servicios, afirmó.
Proyectos inmobiliarios
Por otro lado, también indicó que hay mucho interés por empresas inmobiliarias por desarrollar grandes proyectos de viviendas en lo que ahora es una zona industrial. Como lo señaló, ya hay importantes proyectos de inmuebles en el distrito. “El cambio ayudaría a que lleguen más proyectos como estos. Hay grandes empresas instaladas en la zona que están interesadas en promover la construcción de viviendas para sus trabajadores de la localidad. Hay que entender que el crecimiento natural de Lima continuará por el sur, ¿si no por dónde va a crecer?”, cuestionó.
La propuesta deberá pasar nuevamente por el Instituto Metropolitano de Planificación (IMP), que la aprobó en la ocasión anterior, luego por la Gerencia de Desarrollo Urbano, una comisión de regidores y finalmente por el pleno del concejo.
“Sería un buen avance” excluir las zonas de conflicto del cambio de zonificación, opinó Liliana Miranda, directora ejecutiva del Foro Ciudades para la Vida, una red que agrupa a 57 instituciones entre gobiernos locales, universidades, organizaciones sociales y gremios empresariales de 20 ciudades del país.
Al respecto, recordó que estas zonas son los humedales de la playa de San Pedro, las inmediaciones del Santuario de Pachacámac y el trapecio de Lurín. “Pachacamác es un mirador, entonces no se pueden poner allí edificios de 25 pisos tapando la vista. No se ha construido el Museo Nacional de Arqueología para que el gran paisaje a observar sea empañado de esta manera”, dijo a gestion.pe.
Sobre los humedales de la playa de San Pedro, señaló que ya se ha autorizado la construcción de un cerco perimétrico que está generando muchos conflictos, por tratarse de un ecosistema frágil. Por esta razón y debido a la gran humedad, indicó, no es un lugar apropiado para la edificación de centros comerciales ni de grandes proyectos de vivienda.
Por otro lado, Miranda sostuvo que el cambio de zonificación no es un requisito indispensable para que Sedapal instale conexiones de agua y alcantarillado en las localidades que hoy carecen de estos servicios. El verdadero motivo por el que no se han instalado estas redes, aseguró, está en las limitaciones de Sedapal para avanzar con dichas instalaciones en los diversos distritos de Lima.