Si estás sentado en tu escritorio soñando despierto sobre iniciar tu propio negocio, esta publicación te podría orientar.
Para ello, Entrepreneur detalla que el proceso de iniciar una empresa puede ser un proceso intimidante que requiere de mucho trabajo.
Aquí hay 50 señales que indican que estás listo para iniciar un negocio o emprender.
1. El foco se apagó. Últimamente muchos están debatiendo si un emprendedor nace o se hace. Sin importar de qué lado estés, tal vez te has dado cuenta de que muestras algunas características clásicas de emprendedor.
Puede ser que estés listo para dar el salto y comenzar un negocio. Aunque no hayas nacido así, tal vez desarrollaste esas habilidades después, como una gran pasión.
2. Siempre estás pensando. Los emprendedores nunca dejan de meditar. Es una bendición y una maldición al mismo tiempo. Si exhibes este comportamiento, tal vez es tiempo de seguir adelante y hacer algo para poner tus pensamientos en acción.
3. Eres apasionado. Si hay un concepto de negocio que se queda contigo y del que estás enamorado, puedes convertirlo en una realidad. Los emprendedores y los dueños de negocios sienten pasión por lo que hacen y harán lo posible para cambiar su visión sobre un producto o servicio para que el resto del mundo lo disfrute.
4. Eres independiente. Esto no significa que eres alguien extraño o que no sabes cómo pedir ayuda. Significa que puedes resolver tus problemas. Ahora es momento de que te sientas lo suficientemente independiente para construir una compañía.
5. Estás motivado. No siempre necesitas algo o a alguien para seguir adelante. Te despiertas todos los días y haces lo necesario. Este sentido de automotivación puede conducirte a iniciar y llevar a cabo el lanzamiento.
6. Eres organizado. Manejar un negocio requiere muchas habilidades desde su organización. En algún punto tal vez quieras o necesites contratar a algunos expertos, como contadores o abogados, pero al principio puedes confiar en ti mismo para llevar las finanzas, delegar las responsabilidades y presentar ideas a los inversionistas. No puedes hacer nada de eso sin tener cierto orden.
7. Sientes la necesidad de ayudar a la gente. Si quieres ofrecer un producto o servicio, considéralo una señal de que estás listo para tener una empresa. Este deseo de ayudar a las personas para que mejoren sus vidas, puede ayudarte en los altos y bajos de manejar una operación.
Me he dado cuenta a través de los años que las compañías más fuertes salen de un deseo de ayudar al mundo para resolver un problema.
8. Estás seguro de que puedes construir un mundo mejor. Tal vez es tu confianza o tu ego apareciendo, pero puedes darte cuenta de que puedes hacer de este mundo un lugar mejor.
9. Te sientes atrapado en tu trabajo. Si tienes miedo de despertar cada mañana entonces tal vez no te sientes completo. Un ascenso u otro trabajo pueden mejorar el problema, pero muy en el fondo no lo resuelven por completo. Averigua si necesitas ser tu propio jefe o si sólo quieres hacer algo diferente.
10. Sientes que necesitas probar tu visión. Digamos que tienes una idea, pero todos te están diciendo que no se puede hacer. ¿Qué harás con esa situación? Esta experiencia tal sea motivación suficiente para ignorar a los pesimistas.
11. Quieres crear un nombre por ti mismo. Algunos de los emprendedores más importantes y dueños de negocios se dieron cuenta que querían algo más de la vida. Steve Jobs sabía que era especial. Si también te sientes así, entonces grandes cosas podrían salir de eso.
12. Siempre has querido ser tu propio jefe. No importa si eres un obsesivo del control o no te gusta que te ordenen cosas, te diste cuenta de que siempre has querido ser el jefe.
13. La contratación de trabajadores independientes va en aumento. Según diversos reportes, el número de trabajadores independientes (freelance, contratistas, dueños de negocios) está en aumento, se espera que crezca un 40% para el 2020.
14. Tu campo carece de trabajos. Las contrataciones en tu área pueden estar congeladas. En lugar de esperar o aceptar un trabajo que requiere menos habilidades de las que tienes, estás considerando tener tu propio negocio.
15. Puedes tomar riesgos. Si eres soltero o no tienes hijos, tal vez no tengas que preocuparte de mantener a otros. Aprovecha este tiempo en tu vida cuando tengas la oportunidad de aventurarte un poco.
16. No soportas ir todos los días al trabajo. Si te sientas en el tráfico todos los días algo enojado, tal vez puedas poner un negocio en tu casa. Después de todo, las empresas más exitosas han sido lanzadas desde los garajes.
17. Tienes una increíble ética laboral. Si no te importa trabajar 12 horas al día múltiples veces a la semana (como lo hacen todos al iniciar los negocios) entonces ¿por qué no hacer algo que te entusiasme?
18. Te gusta la incertidumbre. Eres el tipo de persona que se emociona cuando explora lo desconocido. Si fundas un negocio puede ser que dejes de estar aburrido de hacer un trabajo que te tiene harto. Soy este tipo de persona y estoy orgulloso de eso.
19. Siempre ves algún potencial. No importa dónde estés o lo que estás haciendo, sientes la necesidad de hacer mejoras. Ahora entiendes que, como dueño de una compañía, puedes tener un gran potencial, hacer dinero o mejorar la vida de otros.
20. Más proyectos van a los empresarios. Si ves a un jefe actual contratar a gente de fuera para un trabajo que sabes que puedes hacer mejor, haz algo al respecto y aventúrate por tu cuenta.
21. Quieres ser parte de un equipo. Tal vez quieras construir tu propio grupo de empleados de la nada con personas que compartan tu visión y que estén dispuestas a embarcarse en un viaje contigo.
22. Odias trabajar con los otros. Si no puedes soportar tomar órdenes, odias a tu jefe/a y todas sus demandas, comienza a planear tu estrategia de salida para convertirte en tu propio jefe.
23. Llegaste al punto de la desesperación. Cuando inicias un negocio no debería ser sólo por el dinero, a veces ese es el caso cuando tu espalda está contra la pared. Las cuentas están apilándose y necesitas poner comida sobre la mesa. Ese sentido de desesperación puede ser suficiente para llevarte a hacer algo increíble.
24. Quieres crear trabajos. En estos tiempos difíciles ves que no hay suficientes empleos para los colegas con los que estudiaste o trabajaste. Si confías en estas personas y conoces sus talentos, tal vez desees ayudarlos al crear una empresa que los acepte.
25. Deseas desarrollar un producto o servicio que no está disponible todavía. Eres un solucionador de problemas. Has experimentado un momento de realización que un producto o servicio no está en el mercado. Podrías usar ese momento para inspirarte a convertir una idea en una realidad.
26. No soportas estar en una oficina. Si te sientes restringido en tu lugar de trabajo podrías liberarte y trabajar donde quieras en tu empresa.
27. Quieres tener tu propio horario. Tal vez eres más productivo de las 4 a.m. hasta las 9 a.m. o eres un búho nocturno. En lugar de que te digan cuántas horas trabajar y cuándo tomar descansos o vacaciones, podrías finalmente determinar tu horario.
28. Eres creativo. Si estás cansado de que tus ideas se vayan a la basura, puede ser tiempo de salir y expresarte al tener el negocio que imaginaste.
29. Necesitas inspirar. ¿Eres la persona a la que todos acuden cuando necesitan algún consejo? ¿Te gusta ese rol? Tener un negocio te da la oportunidad de inspirar a la gente que te rodea.
30. Quieres tener un legado para tus hijos. Tienes hijos y estás pensando en dejarles algo de los que estén orgullosos. Aunque no quieran hacerse cargo de la empresa familiar, pueden ser testigos de cómo tu trabajo duro y dedicación brindaron frutos.
31. No te importa ensuciarte las manos.Tienes que hacer mucho trabajo sucio como dueño de un nuevo negocio y eso no siempre es agradable. Pero si no te molesta, entonces ¿por qué no haces esas cosas por ti y no por otras personas?
32. Buscas un nuevo reto. Tal vez te has estrellado contra la pared y te has aburrido mucho. Esa no es siempre la mejor situación si eres alguien buscando un nuevo reto. Empezar tu propia compañía es retador, deberías satisfacer esa necesidad.
33. Eres capaz de resolver problemas. ¿Eres el tipo de persona que asume la responsabilidad de resolver problemas? No se trata sólo de hacerlo, sino de encontrar uan mejor solución.
34. Te gusta adquirir nuevas habilidades y conocimientos. Algunas personas no pueden saciar la sed de aprender cosas nuevas. Tal vez no adquieras eso de hacer el mismo trabajo durante años. Pero puedes tener esa experiencia como dueño de un negocio.
35. No te importa el multitasking. Hay gente que puede hacer muchas cosas al mismo tiempo. Si eres de aquellos que no colapsan bajo presión, estás en el camino correcto.
36. No le tienes miedo al fracaso. Como dueño de un negocio tal vez tengas que enfrentar pronto el fracaso. Si eso no te asusta, úsalo como señal.
37. Puedes tener un trabajo seguro. Estás dándote cuenta que una de las peores cosas sobre trabajar para alguien más es contemplar la posibilidad de ser despedido o de que la empresa sea vendida. ¿Por qué no asegurar tu futuro?
38. Hay un vacío que llenar. Si te das cuenta no sólo que hay un mercado sino que no hay nadie capitalizando una idea en particular, tal vez seas el que pueda hacer algo diferente.
39. Una gran cantidad de talento te rodea. Aunque sólo seas un egresado o estés trabajando, estás rodeado de mucha gente habilidosa que parece estar desperdiciando su talento. Posiblemente seas capaz de atraerlos para unirse a tu startup al ofrecerles una sociedad, acciones, un ambiente divertido o crecimiento laboral.
40. Estás pensando ¿si no es ahora, cuándo? La procrastinación tal vez sea uno de los peores asesinos de una startup. En lugar de arrastrar tus pies, puedes poner la pelota en movimiento para esa idea de negocio ahora mismo.
41. Entiendes los incentivos fiscales. Los dueños de pequeños negocios son elegibles para los incentivos fiscales. Si no quieres quedarte fuera es hora de empezar a trabajar. Quizás puedas comprarte aquella computadora o smartphone que has estado viendo.
42. Te das cuenta que quieres ver resultados. Cuando trabajas para alguien más, puede ser difícil ver como tu duro trabajo beneficia tu compañía. Si quieres ver resultados directos de tus acciones, tener tu negocio puede darte una oportunidad.
43. Te relacionas bien con la gente. A veces sólo quieres salir y hacer networking. Desafortunadamente tu posición actual no permite eso. Si eres alguien que gusta la gente, entonces tener tu propio negocio puede darte una razón para hacer networking.
44. Estás cansado de sentirte ahogado. Es común cuestionar tus valores sobre el trabajo así como de tu vida personal. Si sigues sin tener un ascenso o sientes que te estrellaste contra una pared, tal vez sea momento de aventurarte por tu cuenta.
45. Eres un líder de nacimiento. Tener una gran idea es una cosa. Ser capaz de comunicarla y convencer a los otros para subir a bordo es otra. Si tienes habilidades de liderazgo para rodearte de personas y motivarlas, considera iniciar tu propia aventura.
46. Te gusta buscar emociones. A algunas personas les gusta jugar a lo seguro. Tú, por otra parte, eres del tipo aventurero. Nada es más emocionante que el que se te ocurra una idea laboral y lograrla en medio de todas las incógnitas y las altas y bajas.
47. Puedes usar tu conocimiento en las calles. Si eres de esas personas con diversos conocimientos, así como habilidades profesionales, tal vez puedes poner esos talentos a trabajar en algo que realmente te emocione.
48. Los emprendedores pueden aprovechar muchas herramientas y consejos. Eres consciente que hay muchos recursos online para ayudar a los nuevos dueños de negocios.
49. Estás listo para ser liberado. Durante cierto tiempo tu emprendedor interno ha estado molestándote. ¿Por qué no lo liberas? Una vez que lo hagas tal vez te sorprendas de lo feliz que eres.
50. Siempre has querido hacer algo que disfrutes. Thomas Edison dijo: “Nunca trabajé un solo día de mi vida. ¡Todo era diversión!”. Mucha gente exitosa ha hecho cosas similares. En lugar de sólo pensar en hacer algo que te haga feliz, ten fe y persigue tu visión de startup. Si sigues tu sueño, todo caerá en su lugar.