El impacto de la ley que establece topes a las tasas de interés de los préstamos del sistema financiero ya se constata en un menor ritmo de bancarización en el país, reveló un reporte de la SBS.
El 10 de mayo del 2021 entró en vigor la regulación de las tasas máximas de interés que pueden cobrar las entidades financieras por los créditos de consumo de hasta S/ 9,200 y por los destinados a micro y pequeñas empresas (mypes).
La SBS cuantificó el número de nuevos deudores que se registraron en su central de riesgo para medir justamente el efecto de esta ley de topes sobre la inclusión de nuevos sujetos de crédito en el sistema financiero.
Fuera del sistema
Así, encontró que, en el segundo semestre del 2019, las instituciones financieras bancarizaron (otorgaron su primer crédito) a 40,760 personas por mes, en promedio.
Tal cifra se redujo en 5,800 en la segunda mitad del 2021, cuando ya estaban vigentes los topes, al llegar a solo 34,943 por mes.
Es decir, alrededor de 5,800 personas menos se bancarizan al mes y se quedan sin obtener préstamos del sistema financiero.
Esta situación se ha mantenido en los dos primeros meses del presente año, cuando la banca entregó su primer crédito a 32,896 deudores, número inferior en 11% al de similar periodo del 2020 (previo a la pandemia).
“Antes que se aprobara la ley ya se había advertido que el tope de tasas iba a disminuir la inclusión financiera, iba a hacer que muchas personas queden fuera del sistema financiero, expuestos al crédito informal, que es mucho más caro”, manifestó a Gestión Arturo García, docente de Finanzas de ESAN.
Hay clientes que no tienen mecanismos de garantía y son más riesgosos, por lo que al evaluarlos se les calcula una tasa de intereses más alta, explicó Joel Siancas, presidente de Caja Sullana. Y si dicha tasa supera el tope (hoy en 83.7% para el financiamiento en soles) ya no se le puede dar el préstamo, afirmó.
Mayor impacto
Según la SBS, los productos más afectados por la ley son los dirigidos a segmentos de menores ingresos o más vulnerables.
Mediante una mejor segmentación de clientes o productos, las entidades financieras han excluido aquellos con perfiles de mayor riesgo crediticio o con préstamos de menor tamaño. Entre ellos figuran los préstamos y tarjetas de crédito a niveles socioeconómicos C y D, créditos grupales solidarios y pignoraticios, así como los orientados a mujeres.
Aunque el mayor impacto lo han sufrido quienes buscan acceder al financiamiento de consumo revolvente (con tarjetas de crédito), precisa la SBS.
Productos eliminados
Se trata de préstamos en los que justamente las tasas de interés son más elevadas y pueden superar los límites máximos fijados, refirió Siancas.
“Los segmentos C y D son los de menores ingresos, mientras que el 59% de las microempresas está liderado por mujeres, que en buena parte son cabezas de familia”, comentó García. Asimismo, se hace más riesgoso prestar a sectores informales, que hoy representan el 78% de la fuerza laboral y el 50% las mypes, añadió.
A raíz de la ley mencionada, hay productos que se han eliminado de la oferta crediticia, indica la SBS.
“Ahora somos más cuidadosos con lanzar nuevos productos porque no puedes acercarte tanto a ese segmento más necesitado, que son más perjudicados con este tipo de medidas”, dijo Siancas.
Problemas
Los expertos coincidieron en señalar que las instituciones financieras también están teniendo problemas para prestar a nuevos emprendimientos o personas que recién se inician en el mercado laboral.
La alta inflación y la mayor informalidad intensificarán el efecto negativo del tope a tasas sobre la bancarización, estimó García.
Entidades especializadas se afectan más
La aplicación de la ley que impone topes a tasas de interés tuvo impacto en el 2.4% del saldo de créditos de consumo y a las mypes que había en el sistema financiero al 30 de abril del 2021, según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Dicha norma afectó más a la cartera de entidades especializadas en créditos de consumo y financieras, seguidas por cajas rurales, edpymes, cajas municipales y bancos, según el supervisor.
La racionalización del crédito en las entidades financieras reguladas llega en una coyuntura en que la economía está complicada y hay más necesidad de financiamiento, dijo Joel Siancas, presidente de Caja Sullana.
Advirtió que se está generando un crecimiento del crédito informal, sobre todo para los segmentos de menores ingresos.
Tomar tales créditos puede implicar tasas de interés de 600% o 700% y peligros para los deudores, teniendo en cuenta los métodos extorsivos de los prestamistas informales, añadió.