Hay cerca de 400 liquidaciones societarias en curso en lo que va del 2021, principalmente de pequeñas y medianas empresas, explicó a Gestión el socio del área de insolvencias y reestructuraciones empresariales del Estudio Rebaza, José Jiménez. Este es un procedimiento más expeditivo para liquidar o cerrar una empresa, que puede tomar un promedio de ocho meses.
“Desde setiembre del 2020 -en la que empecemos a efectuar un seguimientos de las liquidaciones societarias que aparecen publicadas en el diario oficial El Peruano- empezamos a notar que estas fueron incrementándose y a la fecha esta alza se ha mantenido. Lo que notamos es que prácticamente se están liquidando empresas del sector servicios como restaurantes; de catering así como industriales medianas”, precisó.
Las liquidaciones societarias implican -detalló- la baja de aquellas empresas que decidan liquidarse por acuerdo de sus accionistas y que no van a un procedimiento concursal ante el Indecopi, sino que sus accionistas deciden por unanimidad darla de baja, por lo que nombran a un liquidador para iniciar el proceso fuera del marco concursal.
En esa línea, el abogado explicó que el aumento de liquidaciones societarias -en lo que va del 2021- se empezó a notar en el mes de abril, ya que se registraba por semana cerca de 43 avisos de empresas con liquidaciones en curso en El Peruano.
“Las cooperativas de ahorro son las que más se están liquidando, al igual que empresas dedicadas al sector servicios. Estamos hablando de empresas formales, más no de las informales de la que no se tiene registro”, apuntó.
Igualmente consideró que el aumento de empresas en proceso de liquidación estaría más relacionado por efecto de la pandemia y todavía no a la situación política que atraviesa el país, a raíz de la segunda vuelta electoral.
-Proceso, paso a paso-
El especialista en insolvencias y reestructuraciones empresariales del Estudio Rebaza dijo que el proceso de liquidación societaria no es tan costoso y toma -a lo mucho- ocho meses ya que es un procedimientos para salir de manera ordenada del mercado.
¿Qué pasos se deben seguir? El primer paso es que la empresa a disolverse nombre a un liquidador de su confianza. “Este puede ser cualquier persona que tenga la confianza de los accionistas, ya sea el que le manejaba las finanzas o el gerente general o puede ser un tercero”, añadió.
El segundo paso -una vez nombrado al liquidador- es que este va hacer un inventario de todos los activos que tiene la empresa. “Si ponemos como ejemplo un restaurante pues el liquidador hará el inventario de las mesas; sillas; la cocina; menajes u otros, así como cuentas por cobrar. Posteriormente, lo que el liquidador es tasar los bienes del inventario para venderlos al mejor precio que pueda recibir”.
El tercer paso es que -con el dinero obtenido- el liquidador va a comenzar a pagar a los acreedores. “Ya sea a proveedores, trabajadores u otros. Una vez que se le acaba el dinero llama a la Junta de Accionista para aprobar un balance de cierre”, refirió.
Si quedan deudas pendientes, el cuarto paso es ir a juez civil. “Si es que ya no se tienen más bienes por vender, pero aún quedan deudas por saldar lo que hace el juez es verificar esta información y a través de una resolución va a declarar la quiebra de la empresa y va a emitir certificados de incobrabilidad de deudas para todos aquellos acreedores que no lograron cobrar”.
Tras ello el juez civil -como quinto paso- emite una resolución para que ejecute el cierre de la partida registral. “El liquidador va a Sunarp con esta resolución y le pide a registros públicos que cierre la partida de la empresa”. Este proceso judicial -indicó- podría tomar entre seis a ocho meses.
Y si no hay deudas tras venderse los activos y pagar a los acreedores, ¿igual se va al juez? “Ahí ya no hay necesidad. Lo que hace el liquidador es ir a registros públicos (Sunarp) y pedir el cierre de la partida registral”, puntualizó.
Nota: El letrado detalló que entre los gastos que se tiene que tomar en cuenta para el proceso de liquidación societaria es el pago del liquidador que -usualmente- cobra hasta 4% del valor de venta de los activos.
A lo que se suma el pago a un contador para cerrar la contabilidad de la empresa así como los avisos en el diario El Peruano.
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