Son muchos los motivos que conducen a una discusión de pareja. Uno de más importantes suele ser el uso del dinero.
Pese a ser esencial para cubrir las necesidades básicas de la familia, cada individuo puede otorgarle distinto valor.
Según la definición que cada uno le de al dinero, este podría causar problemas ya sea por su escasez, limitaciones en su uso, un excesivo gasto del mismo o simplemente por no llegar a un acuerdo sobre a quién le pertenece.
Hay personas que no conocen cómo administrar su dinero una vez que empiezan a compartir gastos con su pareja o pasan a formar una familia, dijo Elaine King, experta en finanzas personales.
El primer consejo que debe seguir una pareja en esta situación es definir cuáles son los gastos fijos del hogar, como servicios, alimentos y alquiler, señaló.
Luego, hacer otro presupuesto para gastos eventuales que tengan juntos o por separado, como almuerzos fuera de casa, salidas al cine, compras de ropa o cosas para la casa, indicó.
“La idea es que los gustitos no salgan de la canasta familiar, esto permitirá tener un mejor orden”, agregó.
La segunda recomendación es decidir si estos gastos adicionales a los básicos los cubrirá cada uno por separado o será un fondo en el que ambos aporten, manifestó.
La asesora internacional considera que deben ser por separado.
La tercera clave es que cada miembro contribuya en base a los ingresos que genera mensualmente, refirió King.
“Tal vez uno tiene un trabajo más lucrativo que el otro y reciba un mayor salario, sería recomendable que repartan de forma proporcional el total de gastos del hogar”, expresó.
Detalló que en el caso de los gastos adicionales, si la pareja decidió tener un solo fondo solo deberán depositar el saldo tras cubrir los gastos esenciales.
De lo contrario, una vez completo el fondo para pagos familiares, cada uno podría ahorrar el 20% y disponer del resto de su dinero, recomendó.