Esta semana se cumple en Perú el plazo para que las empresas abonen las gratificaciones a sus trabajadores en planilla.
Un total de S/ 10,000 millones serían desembolsados en las cuentas sueldo de empleados formales este mes, sin embargo, hasta un 50%, o S/ 5,000 millones, serían destinados a reducir la carga financiera, según estima el consenso del mercado.
La mitad de las gratificaciones se iría en pagar deudas, pues la gente asume este abono como un dinero adicional a sus ingresos tradicionales y, ante el escenario poco optimista para la economía, tratará de adelantar cuotas, comenta Marcelino Encalada, gerente de Ahorros y Finanzas de Caja Piura, a Gestión.
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Se proyecta que gran parte de trabajadores que reciba este beneficio social mostrará una propensión hacia la cancelación o anticipo de pago de sus créditos vigentes, refiere Luis Eduardo Falen, head de Macroeconomía de Intéligo SAB, casa de bolsa que pertenece al holding financiero Intercorp.
Las perspectivas de crecimiento del producto bruto interno (PBI) se han ido recortando a lo largo del primer semestre, lo cual conduce hacia una mayor precaución o cautela de la gente en el uso de sus recursos, manifiesta.
En la misma línea, el docente de Pacífico Business School, Jorge Carrillo Acosta, menciona que este comportamiento responde a que los trabajadores han incrementado sus deudas en los últimos meses e, incluso, algunos están arrastrando morosidad.
“Algunos continúan con los rezagos de la pandemia, otros están afectados por la crisis política y desastres naturales. Entonces, están esperando la gratificación para nivelarse en sus pagos”, complementa.
Cautela en el gasto
La jefa de Captaciones de Caja Huancayo, Katia Rosas, coincide con los especialistas en que un 50% de este desembolso será canalizado a mitigar obligaciones con entidades financieras, mientras que la mitad restante se dividirá en: 30% para consumo y 20% para el ahorro.
Los entrevistados recuerdan que este año los trabajadores formales no cuentan con múltiples fuentes de ingreso como durante el año pasado. Si bien continúa el acceso a la Compensación por Tiempo de Servicio (CTS), algunos ya han utilizado gran parte de esos recursos; además, hoy ya no es posible retirar fondos de las cuentas previsionales.
Según Falen, de Intéligo SAB, si el escenario fuese promisorio para la economía, el porcentaje de gasto sería superior, sin embargo, el contexto empuja a que se preserve un monto similar en instrumentos como depósitos a plazo, anticipando que las tasas podrían bajar en los siguientes meses.
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Carrillo, de la Pacífico Business School, también prevé porcentajes similares de consumo y ahorro, aunque sostiene que este año el público esperará un poco más para su consumo, pues la pandemia enseñó a los peruanos la importancia de planificar. “Se habla de una nueva protesta, podría regresar la convulsión, y las familias podrían esperar un poco más para realizar sus viajes por Fiestas Patrias”, señala.
Entre las alternativas de ahorro, está un depósito a plazo, la cuota inicial de un inmueble, fondos mutuos o su negocio propio, acota.
Recuperación del empleo
En cuanto a la cifra a entregar este año por concepto de gratificaciones (S/ 10,000 millones) sería 11% superior a los S/ 9,000 millones depositados en julio del año pasado.
Se prevé alcanzar este monto considerando que, según los reportes del Banco Central de Reserva del Perú (BCR), el empleo formal ha registrado un crecimiento durante 26 meses de forma consecutiva, argumenta Rosas, de Caja Huancayo.
Esto provocó una recuperación en los indicadores del mercado laboral, los cuales habían sido golpeados por la pandemia, añade.
Encalada, de Caja Piura, aduce que este avance en el empleo privado formal se explica más por la creación de puestos de trabajo que por una mejora significativa en los salarios. La calidad del empleo aún no es la mejor, agrega.
Se proyecta que más de 4.6 millones de trabajadores verán el abono de la primera gratificación del año en su cuenta de haberes.
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