Un grupo de materias primas (commodities) han iniciado un descenso en sus precios en medio de presiones inflacionarias, acentuado por un escenario de guerra entre Rusia y Ucrania.
Analistas coinciden en que la política agresiva de alza de tasas de la Fed, un poco más de lo esperado en el último mes, eleva las expectativas de menor actividad económica en los siguientes meses, efecto que empieza a verse reflejado en cotización de algunos metales.
Así, el cobre cae a US$ 3.638 la libra a la fecha, lo que representa una pérdida en su valor de 18% en el año; mientras que el zinc cede 14.37% a US$ 3,182 la tonelada en el mismo periodo.
Por su parte, el estaño es el que más retrocede (-31.7%) a US$ 26,689 la tonelada, a diferencia del oro que apenas cae 1.18% a US$ 1,804.1 la onza.
Perú es un país minero, el segundo productor más grande de cobre en el mundo después de Chile, por tanto, que baje el precio de los metales, especialmente del metal rojo, tendría un impacto en su economía y, por ende, en los ciudadanos, dijo Manuel Morales, analista de Inversiones y Mercado de Capitales de Kallpa SAB.
Primero, señaló, la reducción en la cotización de los metales perjudicaría fuertemente la recaudación tributaria, pues la minería es uno de los principales brazos de este ingreso al Estado.
Estos ingresos por impuestos provienen principalmente de la producción de cobre, pero si este disminuye su precio, la base para la recaudación será menor, agregó.
Asimismo, si commodities siguen cayendo se observaría un mayor impacto en la generación de empleo, directo e indirecto, incluso deriva en un menor incentivo a realizar exploraciones a futuro de distintos proyectos y yacimientos mineros que se puedan descubrir o potenciar, sostuvo.
Por tanto, que baje el precio de estos metales afectaría el bolsillo de peruanos tanto ahora como en el futuro, acotó.
Además, la venta de estos commodities, en particular del cobre, genera el ingreso de divisas extranjeras al país, lo que fortalece la moneda peruana, comentó.
Sin embargo, esta sucediendo lo contrario y ante la caída en cotizaciones así como en producción, por las menores perspectivas de demanda, el sol podría tornarse más débil frente al dólar, expresó.
El analista detalló que, al bajar la actividad productiva, ingresan menos divisas generando que la moneda peruana reduzca su poder adquisitivo; lo cual, de alguna forma, empobrece a todos los peruanos.