¿De qué habla una mujer millennial cuando se llama así misma realizada? Básicamente de haber cumplido sus metas y alcanzar el equilibrio entre la vida personal y familiar. Pero esto va de la mano de la estabilidad financiera.
Manejo de la economía
Así lo demuestra el estudio de Citi Foundation e Incae Business School “Mujeres millennials profesionales, trabajadoras, urbanas”. Este dice que el 67% de las féminas tiene sus ingresos mayores a lo que tenían sus familias en su infancia.
Eso influencia en que siete de cada diez millennials con hijos les enseñen a estos el valor del ahorro a sus hijos. Pues el 83% de ellas ahorra mensualmente y un 25% tiene una inversión a su nombre. Asimismo, la mayoría resguarda entre el 5% y 20% de su salario. Sin embargo, quienes no pueden hacerlo indican que se debe al número de obligaciones que tienen (46%) o al bajo salario que reciben (23%).
Por ejemplo, el 43% de esta generación ayuda a otros a pagar deudas, principalmente a sus papás. Además, según apunta Margaret Rose Grigsby, directora académica y especialista en psicología social, “más de la mitad considera una de sus metas financieras vivir con comodidad y contrario al estereotipo millennial, tiene metas financieras como invertir para generar patrimonio (56%) o tener su propia casa (46%)”.
Por otra parte, ocho de cada diez millennials señalan que sí han desarrollado un plan de desarrollo profesional, pero la mitad de quienes no lo han hecho indica que se debe a que no les alcanza el presupuesto. A pesar de ello, el 58% de las millennials comentan que su máximo objetivo profesional es emprender un negocio propio.
Dudas sobre ser madre y el machismo
Las féminas de esta generación, en promedio, tienen 8 años de experiencia laboral y han cambiado tres veces de trabajo en busca de mejores ingresos, beneficios y oportunidades de carrera. Sin embargo, desde su percepción, el 46% considera que no son elegidas para ciertas oportunidades solo por la posibilidad de convertirse en madres. Por eso, casi de cada diez mujeres consideran que ser mamá afecta ambiciones.
“A pesar de su formación académica, consideran que la mujer debe esforzarse el doble (56%) y que las mujeres se ven afectadas por el prejuicio en cuanto al ambiente laboral y el trato que recibimos en las empresas (37%). Mencionan los microcromachismos: apelativos que denotarían mayor jerarquía de los hombres, por ejemplo, entre médicos, a las mujeres médicos se les llama señoritas, a los hombres doctores”, señala Grigsby.