Los accionistas de Peugeot SA quizá no piensan mucho en su adquisición de Fiat Chrysler Automobiles NV de Italia, sin embargo, los tenedores de bonos parecen amar la idea.
Los diferenciales de crédito de Fiat (el rendimiento adicional sobre el índice de referencia) se han endurecido hasta un tercio después de que surgieron las noticias del acuerdo, acompañados de un repunte en el precio de las acciones de la compañía. Las acciones de Peugeot cayeron bruscamente debido a las preocupaciones sobre la prima que tendría que pagar, pero los diferenciales de crédito de la compañía francesa mejoraron levemente. Es interesante que los accionistas y los tenedores de bonos de Peugeot adoptaran opiniones tan diferentes.
Una razón es que el Banco Central Europeo (BCE) está reiniciando su programa de flexibilización cuantitativa, lo que implica la presencia de un gran comprador nuevo en la zona euro para bonos corporativos de grado de inversión. Si Peugeot-Fiat se concreta, tendrá los sellos distintivos adecuados para atraer a la institución de Christine Lagarde en Fráncfort.
Si bien aún no hay un acuerdo concreto, la agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings dice que la creación del cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo respaldaría las calificaciones de deuda de Fiat.
Sin embargo, el BCE podría ser el verdadero impulsor para la reducción de los diferenciales de crédito de ambas compañías. El banco central acaba de reiniciar su denominado programa de compras del sector corporativo como parte del sistema mensual de compra de bonos de su programa de flexibilización cuantitativa de 20,000 millones de euros (US$ 22,300 millones). Según Mahesh Bhimalingam de Bloomberg Intelligence, podría haber alrededor de 2,500 millones de euros de deuda corporativa comprada al mes.
Fiat ya está calificado BBB- por Fitch Ratings, luego de mejorar de basura a grado de inversión en noviembre pasado. Esto lo hace elegible para su inclusión en la lista de compras potenciales del BCE. Peugeot también fue calificado como basura hasta hace poco, pero ahora mantiene un BBB- estable en todas las principales compañías calificadoras. Ambas empresas llegaron demasiado tarde para participar en la primera ronda de compra de activos del BCE, que recaudó 178,000 millones de euros de bonos corporativos.
El BCE no establecerá inmediatamente grandes participaciones en deuda de Fiat o Peugeot, pero es lógico suponer que buscará agregar nuevos nombres industriales elegibles. En promedio, el banco central posee aproximadamente el 20% de la deuda elegible total de cualquier participación. Oficialmente no compra bonos para obtener ganancias, pero tiene sentido preferir un activo que ofrezca cierto rendimiento en comparación con las tasas negativas de deuda soberana.
Además, como muestra el gráfico anterior, al BCE le agradan los fabricantes de automóviles. Probablemente posee hasta 75.000 millones de euros de deuda en los tres gigantes automotrices alemanes, Volkswagen AG, Daimler AG y BMW AG.
De hecho, sería extraño si no adquiriera una buena parte de los bonos en una de las combinaciones industriales transfronterizas más grandes de Europa. Esto debe poner un piso de apoyo bajo de los diferenciales de crédito de Fiat y Peugeot.
Por Marcus Ashworth
Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.