Fueron su viuda, Anne Marie Miéville, y sus productores quienes compartieron la noticia de su partida. Horas más tarde, se dio a conocer que su fallecimiento fue un suicidio asistido que tuvo lugar en Suiza.
Su trabajo no solo quebró los cánones del cine francés de la década de los sesenta, sino que sentó las bases para construir una nueva manera de narrar historias y tanteó el terreno para la aparición de figuras como Tarantino, Pasolini, Kar-wai o Scorsese.
“El impacto de Godard en el cine es similar al de Malevich o Duchamp en las artes plásticas. Así como estos muestran los códigos que hacen de un objeto una obra de arte, Godard deconstruye las convenciones formales de diversos géneros cinematográficos, así como las mitologías que estos producen”, comparte Juan Carlos Ubilluz, profesor de cine.
Grandes favoritas
Jean-Luc Godard se hizo un nombre en el cine por jugar con los límites de la imagen y la ficción. Entre sus 131 películas destacan los clásicos “El desprecio”, “Sin aliento” o “Pierrot el loco”.
Si el director de cine César Galindo tuviera que escoger una película preferida de Godard, sería la revolucionaria “A bout de soufflé”, su primer filme.
“Es una película sin guion, solo encaminada por algunos lineamientos que podían dar rienda suelta a su imaginación”, recuerda.
Se trata de uno de los filmes más representativos de la Nouvelle Vague, movimiento cinematográfico que surgió en Francia como respuesta contra los convencionalismos y estructuras del cine más comercial.
Por otro lado, al crítico de cine Raúl Ortiz no le es tan sencillo elegir una favorita.
“Es complicado quedarse con una de Godard entre tantas y tan buenas que tiene... A mí me gusta mucho ‘Alphaville’ porque, además de tener un componente social que está muy presente en sus películas, el director domina algo muy interesante: el sincretismo entre lo que no parece ser compatible”, comenta.
Según Ortiz, sus películas solo pueden catalogarse como multigénero. “Hay predominantemente ciencia ficción, pero también hay cine noir y elementos de expresionismo alemán. Es algo sumamente original, incluso más si tomamos en cuenta que se hizo en la década del 50 y seguimos hablando de ello”.
Perú en el plano
Aunque muchos cinéfilos no lo sepan, el director francés compartía un insospechado vínculo con nuestro país.
“Godard reforzó su convicción de artista de izquierda y su mirada hacia el socialismo cuando convivió por un breve periodo de tiempo con su tío político, quien era el padre de Pedro Pablo Kuczynski”, narra Ortiz.
Madeline Godard Monod, quien era tía materna de Jean-Luc y madre de Pedro Pablo, propició que el director viajara al país.
En ese entonces, Maxime Kuczynski era un médico alemán que recorría buena parte del Perú en su lucha contra la estigmatización de los enfermos y de esa manera estableció cierta cartografía social.
“Godard quedó admirado por la variedad de culturas del Perú, y también sorprendido por la problemática de este país. Tal vez la experiencia que tuvo aquí haya encendido o reafirmado su inclinación hacia las tendencias socialistas y pro derechos humanos”, añade el crítico.