Fiorella Conroy, Luchadora de Muay thai
Una lucha constante, la de la igualdad
En su cuerpo lleva tatuada la palabra “Igualdad”. Es una forma de mantener siempre presente cuál es la otra batalla que busca ganar, esa que la hizo darse cuenta desde que tenía 13 años que mujeres y hombres reciben un trato distinto, a pesar de practicar el mismo deporte.
Fiorella Conroy es peleadora de muay thai y campeona de este deporte en la misma cuna donde surgió: Tailandia. Pero incluso en ese lejano país no hay la igualdad que Fiorella tanto busca. “Para entrar al ring, el hombre puede pasar por encima de las cuerdas. Lo absurdo es que la mujer no puede hacer lo mismo. Por ‘respeto’ al público las mujeres tienen que entrar por debajo”, cuenta la luchadora sobre su experiencia.
En general, Conroy piensa que los deportes practicados por hombres tienen más exposición que los femeninos. Si se trata de disciplinas donde ellos son mayoría, es peor. “Hay gimnasios donde no permiten que las mujeres entrenen muay thai”, dice.
Por ello, la campeona también dedica su tiempo a la enseñanza de esta arte marcial. “Tengo alumnas que les encanta. No tienen interés en pelear, pero les gusta la sensación que les da. Si bien es un deporte de contacto, es algo que les da calma. Hay que tener concentración, paz mental y saber controlar emociones”, afirma.
Una afición distinta: el rugby sobre todas las cosas
Josselyn Caja, rugbista
Josselyn Caja llegó al rugby como de casualidad. Un día la llevaron a una cancha, empezaron poco a poco a enseñarle lo básico y así se fue quedando. Hoy es parte de la selección peruana femenina de rugby, a la vez que disputa el Torneo Metropolitano con su club: Alumni.
En la selección juega como wing y junto con el equipo ya están preparándose para los Juegos Bolivarianos en junio.
Pero practicar rugby es un país machista no ha sido fácil. “Mi papá fue el primero en decirme que no lo practicara”, recuerda Josselyn. Incluso hasta ahora, cuando la ven llegar después de un entrenamiento, en su familia le preguntan: “Hijita, ¿por qué no cambias a otro deporte?”.
Pero Josselyn Caja la tiene clara. “He practicado atletismo, natación y vóley. Pero el rugby es un deporte completo. Usas las manos, los pies y así como puedes recibir golpes, la satisfacción de practicarlo no la cambio”, dice la seleccionada, que además estudió Ciencias del Deporte.
Caja sostiene que en los últimos años el interés de las chicas por este deporte. Pero aún falta tener mejor infraestructura para practicarlo. Las pocas canchas que hay están o en Lurín o en Villa María del Triunfo. “No es como el fútbol, que hay canchas por todos lados”.
“Jugaba fútbol a escondidas, hasta que mamá llegaba con el chicote”
Fabiola Herrera, futbolista
A Fabiola Herrera el fútbol le corre por las venas. Comenzó a practicarlo desde niña, pues veía a sus hermanos mayores jugarlo. Pero tenía que hacerlo a escondidas porque su madre se lo prohibió. “Cuando volvía del colegio, me quedaba jugando hasta que mi mamá llegaba con el famoso ‘sanmartincito’, un chicote de tres puntas. Me decía que es para machonas, que el fútbol era para hombres”, recuerda Herrera.
Pero Fabiola nunca hizo caso, siempre terminaba jugando con sus amigos. Hoy es capitana de Universitario de Deportes y también de la selección peruana de fútbol, además de ser entrenadora de menores y tener una carrera de Educación Física en la UNMSM. “Cuando acabe mi carrera deportiva, quiero seguir ligada al fútbol”, dice Herrera.
Fabiola sostiene que las academias de futbol femenino han aumentado y también que hay varios clubes e instituciones que han armado un equipo de mujeres. Sin embargo, aún hay brechas que acortar en temas económicos. “Ha mejorado en ese aspecto. Antes los equipos solo te daban propinas o te devolvían los pasajes. Puede decirse que durante mucho tiempo hemos jugado por amor a la camiseta”, detalla. “Varios clubes ya le están pagando a las jugadoras. Si bien no es un sueldo como para dejar de hacer otras cosas y dedicarse solo a entrenar, sí ha habido un cambio significativo a como era en el pasado”, dice la capitana.