El abrigo es un clásico del clóset masculino porque les favorece a todos. “Proyecta confianza y autoridad, y realza la silueta del hombre”, describe el portal GQ. Es que el correcto ensanchará los hombros, alargará el cuerpo, y cubrirá las áreas problemáticas.
¿Cuántos abrigos necesita un hombre? El mercado cuenta con una amplia variedad. Elegirlo dependerá de su estilo de vida. Para ello, se recomienda seguir la fórmula FMS: función, material y silueta.
Tipos de abrigo
Esta es una guía para que sepa reconocer los abrigos esenciales. Los ‘overcoats’ son los de vestir con solapa y con botonadura simple o cruzada. Normalmente son de lana y funcionan en entornos formales. Son ideales de llevar en tonos oscuros. Las variación más habitual es el formato ‘bata’. El abrigo es más ligero y está atado a la cintura.
El ‘pea coat’ o abrigo marinero es otro clásico. Es cruzado, con dos filas de botones al aire y con un cuello que se puede doblar. Hay versiones largas, pero los cortos son más aconsejables para looks informales.
Un paso más allá en la informalidad está la parka. Su tejido es ideal para el agua y el viento. Suele llevarse en tono verde militar o azul.
Una versión más formal de esta prenda para la lluvia sería el ‘trench’ o gabardina de color beige. Asimismo, para ocasiones semiformales el ‘shearling’ lleva cuello de pelo y suele usarse en color camel.
Según el momento
Además de proteger del frío, la función de un abrigo es llevar el estilo de acuerdo a la ocasión.
Pregúntese si lo usará para ir a la oficina o para acompañar a su hijo al partido de los fines de semana.
Por ejemplo, “los estampados a cuadros son tendencia esta temporada y pueden funcionar bien en cualquier situación, aunque siempre están más cerca de la informalidad”, señala Abdul Effio, de The Holy Style.
En cambio, llevar colores sólidos y básicos son mejor opción para el mundo de los negocios.
La parka es útil para actividades al aire libre. Y una gabardina o un ‘pea coat’, puede ir por encima de la ropa casual.
Los materiales
Escoger el abrigo en función a cómo está hecho es relevante. Repase si lo usará bajo la lluvia.
“Conviene escoger un abrigo compuesto al menos del 70% de materiales naturales”, señala el sastre Leoncio Rodríguez.
Ni la lana ni la piel se llevan siempre bien con el agua. La lana esponjosa está trabajada en mallas que dejan pasar el aire. La lana doble ofrece mayor confort. La lana tipo de paño es excelente contra el frío.
La silueta
Evalúe que el abrigo no sea demasiado ajustado si se lleva ropa debajo y que sea del largo adecuado. “Nunca debe ser más corto que el saco ni tan largo que llegue a los tobillos. Justo por debajo de la rodilla es una medida estándar que suele funcionar bien”, señala Effio.
También hay abrigos oversize. “Los diseñadores han optado por siluetas holgadas para mayor comodidad masculina”, señala la marca Zara de MegaPlaza.
Estos se llevan mejor abiertos. Recuerde que las mangas tipo ranglan (que se extienden desde el cuello en una sola pieza, sin costura) solo son adecuadas para usos informales, rescata el sastre Yorgo Stratouris.