El anuncio del presidente Pedro Castillo de convertir Palacio de Gobierno en un museo es una idea con precedentes que requiere de una evaluación económica y de infraestructura, según los especialistas que conversaron con Gestión.
Desde el punto de vista de los historiadores, la zona donde se encuentra ubicada Palacio siempre ha sido considerada como centro de poder. “Tenemos que remitirnos hasta los orígenes de la infraestructura en sí, es una obra arquitectónica de características neoclásicas que tiene una decoración afrancesada. Por su misma arquitectura tendría demasiada competencia arquitectónica ante las obras a exhibirse. Habría que hacer una gran remodelación que definitivamente sería carísima”, explica Fernando Torres, miembro del comité consultivo de UPC Cultural.
Por su parte, Carlos del Águila, director general de museos del Ministerio de Cultura, señala que todas las iniciativas para constituir museos deberán ser bienvenidas “en la medida que permitan un mayor conocimiento de nuestra sociedad. Por ello, lo que estamos trabajando desde la Dirección General de Museos es la posibilidad de convertirlo en un espacio de activación para visibilizar factores culturales, urbanos, rurales y regionales”, expresa.
“Palacio de Gobierno se asienta sobre las bases de lo que fue el Palacio de Taulichusco, el señor de Lima. La historia de la Plaza Mayor está asociada a ese espacio”.
Del mismo modo, los espacios que se exhiben en el recorrido 360° de la página web del Ministerio de Cultura muestran grandes salones y decoraciones de un “edificio protocolar, creado para proyectar autoridad y diseñado para escenificar el poder presidencial”, explica Natalia Majluf, historiadora de arte. “El interior fue concebido bajo cierto modelo palaciego, con grandes salones con ornamentación muy recargada. Ese tipo de espacio no sirve para instalar colecciones. Sería necesario generar espacios climatizados, lo cual me parece una tarea casi imposible sin trastocar completamente la estructura”, añade.
Estimación y sostenibilidad
Del Águila explica que están evaluando las factibilidades para tomar la mejor decisión. Esta implica varias evaluaciones en el rango de la restauración y la puesta en valor, pensando en un proyecto de involucramiento y participación no solo del Estado, sino también de los gobiernos locales, de la Municipalidad y el gobierno regional. “Porque estaríamos hablando de una infraestructura que antes de convertirlo en un museo requiere de una inversión bastante grande, no tengo idea de una cifra pues hay que hacer las evaluaciones del caso”, detalla.
Sin embargo, para la exdirectora del Museo de Arte de Lima, es una idea poco sostenible. “Sería generar más gasto para un sector que tiene muy pocos recursos y muchas necesidades insatisfechas. Se necesitan más museos, que contribuyan a la descentralización”, afirma Maljuf.