Creció en un entorno intelectual. Anthony Kerrigan, el “amigo americano de las letras españolas”, que tradujo a Neruda, Borges y Cortázar, fue su padre; Carmen Balcells, la impulsora del boom latinoamericano, su maestra. Se llama Antonia Kerrigan y es responsable de desplegar más de 150 voces hispanas en la literatura.

Los miembros de la nómina de esta ‘madre’ literaria reúnen diversos galardones, de Alonso Cueto a Jorge Volpi; pero también millones de ejemplares vendidos con Carlos Ruiz Zafón o María Dueñas a la cabeza. ¿Qué significa ser un agente literario?

Usted estudió para doctora, luego se formó con Carmen Balcells, ¿cómo se ficha a los mejores?
Yo le debo todo a Carmen Balcells, no hay carrera en la que te enseñen a ser agente. Represento a más de 150 autores y aún creo que no hay receta para saber si triunfarán o no. Solo hay casualidades y apuestas personales.

¿Cómo ir a la ‘caza’?
Nunca voy a la ‘caza’. En escasas ocasiones he ofrecido mis servicios. Suelen ser ellos los que me contactan.

¿Y cómo suele ser el primer contacto?, ¿cómo lo fue con Javier Sierra o María Dueñas?
A Javier Sierra lo conocí en una cena de premio literario. A la mañana siguiente accedí a estudiar su obra. Una larga amistad desde entonces. María se dirigió directamente a la agencia. Somos ahora buenas amigas.

¿Cómo sucedió con los autores que no son de España?
A Alonso Cueto, por ejemplo, me lo presentó un buen amigo en común. Fue una suerte y desde entonces nos escribimos semanalmente. Jorge Volpi estudiaba en Salamanca y vino a verme a Barcelona. Bajo el brazo llevaba “En busca de Klingsor” con el que ganamos el recién instaurado Premio Biblioteca Breve.

¿Cree que el vínculo con sus representados debe ir más allá del puramente comercial?
Intento siempre que mi relación con los autores sea buena. De lo contrario sería un matrimonio desastroso. Y, sí, en la mayoría de los casos se forman lazos de amistad.

Además de una buena lectora y vendedora, ¿qué cualidades cree que deberían ser inherentes a una agente literaria?
Yo no sé si hay que ser un gran vendedor. Sin embargo, el entusiasmo por los libros y los autores es esencial. El secreto de la supervivencia es trabajar duro, tener un buen equipo, yo tengo uno de primera.

¿Cómo funciona el acuerdo con las casas editoriales?
Sí, es cierto que el agente se encarga de gestionar los derechos en el extranjero. Para eso están las ferias, las relaciones personales con otros editores, [se trata de] intuir lo que buscan y ofrecer los libros idóneos para sus listas.

¿Cómo se establece el trato ya a nivel económico?
La parte económica es siempre una negociación en la que para mí prima el editor más entusiasta. No me baso en la idea de enriquecerme sino de encontrar un buen hogar para el autor.

¿Qué condiciones mínimas se fijan entre autor y agente?
Hay un contrato de agencia sobre el que se sientan las bases de una convivencia. Y, como en todas las uniones, el resto depende del azar.

¿Depende del posicionamiento del escritor en el mercado?
No necesariamente.

¿La retribución a escritores que ganan premios comerciales es distinto al que se le hace a los que alzan premios institucionales (Cervantes, Asturias, etcétera)?
El agente se queda con su porcentaje siempre que el premio vaya a cuenta del adelanto. En caso de los premios institucionales todo queda en manos del autor.

¿Incrementa, por tanto, el poder de negociación del autor?
En realidad, no.

¿Los autores de países de habla hispana aún necesitan pasar por España para consagrarse?
No, no creo que los autores de habla hispana tengan que pasar por España para consagrarse. Obviamente, ayuda porque el objetivo del autor es que le lean en el mayor número de países posibles.

¿El libro electrónico ha impactado en su rubro?
Me ha afectado poco, pero no tengo proyectos electrónicos.

Hoja de vida

Nombres completos:
Antonia Kerrigan Gurevitch.
Cargo actual:
Fundadora de Antonia Kerrigan Agencia Literaria.
Años de actividad:
La agencia fue fundada a fines de los 80 en Barcelona (España).
Nacionalidad:
Americana.
Edad:
67 años.