Conozca las amenazas virtuales más comunes a la hora de hacer compras. (Foto: Difusión)
Conozca las amenazas virtuales más comunes a la hora de hacer compras. (Foto: Difusión)
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En las últimas décadas, la virtualidad ha ganado un lugar preponderante en la experiencia humana. Tanto es así, que más tareas han pasado al plano digital.

Entre las actividades que se encuentran en creciente proceso de virtualización se pueden contar el pago de impuestos, la comunicación, los entretenimientos y también las compras.

“Cada vez aumenta más el porcentaje de personas y empresas que realizan sus , y es que el mercado online tiene infinidad de ventajas: es la manera más cómoda de adquirir productos sin necesidad de desplazarse hasta las tiendas (ahorro de tiempo), dispone de grandes ofertas (ahorro de dinero) y ofrece un catálogo detallado de productos que puedes comparar y descubrir”, señala Barry Spielman, director de Marketing de Producto de Allot.

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Agrega que la tecnología puede ser maravillosa y no sorprende que este canal haya ganado una ilimitada popularidad; sin embargo, “no todo puede ser bueno”.

A medida que aumenta la preferencia por las , también aumenta proporcionalmente los estafadores y las páginas fraudulentas.

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Tres riesgos de la actividad online

A pesar de la practicidad y de la eficacia de estos mecanismos, el mundo virtual continúa siendo un territorio lleno de riesgos.

La información personal y los datos de cuenta bancaria pueden ser robados y usados en maniobras de extorsión. También puede ocurrir que los productos no lleguen a destino, o que el consumidor reciba un envío equivocado.

En esos casos, por lo general, el error se puede arreglar con la operadora de compras. Algunas de las amenazas virtuales más comunes a la hora de hacer compras por internet son:

1. Robo de la identidad virtual. Al introducir los datos personales en una plataforma insegura, un cracker puede robar las contraseñas almacenadas y usar esa información para extorsionar al usuario.

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2. Duplicación de tarjetas de crédito y débito. La información bancaria también es sensible. Si cae en manos equivocadas, el dinero está en riesgo. 

Por eso es necesario asegurarse de la fiabilidad del sistema utilizado para realizar compras online. En caso de caer en una estafa de este tipo, es necesario comunicarse con la entidad bancaria para cancelar cualquier tipo de cobros inusuales.

3. Phishing. Este mecanismo consiste en el envío de correos electrónicos que solicitan información del consumidor. En estos casos, los estafadores se hacen pasar por entidades oficiales, como bancos o agencias recaudadoras de impuestos.

Para reconocer el phishing es necesario prestar atención a los errores de ortografía y gramática en el correo electrónico, así como a detalles inusuales relativos al logo y el link de las instituciones.

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Consejos para realizar compras online seguras

· Investigar antes de comprar: si estás pensando adquirir un producto en un sitio web nuevo, revisa bien la página antes, así como la puntuación que tenga y comentarios de otros usuarios, para ver si su experiencia ha sido buena o mala. Si aún tienes dudas y no te fías, deséchalo.

· Cuidado con las grandes ofertas: no todas, pero muchas pueden ocultar fraudes y te suelen presionar con que se agota el tiempo. Fíjate en cómo se muestra el historial de tu pedido y en cómo se refleja el precio final. Si hay un gran costo añadido, probablemente sea un engaño.

· Páginas web fiables: compres donde compres, hay que cerciorarse de que la página esté habilitada para la seguridad. Que tenga certificados y su dirección sea HTTPS, así como medidas adicionales para proteger la información y una clara política de privacidad.

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· Utiliza opciones de pago seguras: tarjetas de crédito, transferencias bancarias, PayPal, etc. pues siempre aparecerá la entidad destinataria.

· Servicio Post Venta: la página de compra ha de disponer de direcciones de teléfono y/o correo para reclamaciones, dudas o soluciones propias a inconvenientes del pedido.

· Disponer de un Antivirus actualizado: para evitar que algún malware recopile información personal y bancaria de tu dispositivo.

· Estar conectado en una red WiFi segura.

· Tener una buena contraseña: que sea diferente para cada cuenta, además de complejas para que no se descifren (muchos caracteres, uso de número y mayúsculas).

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