Como parte de su proceso de transformación digital, la aerolínea Latam lanzó una nueva interfaz con diseño y arquitectura de la información renovada, además de nuevas funcionalidades en la compra, post compra, previo al vuelo y en el aeropuerto.
El gerente de Asuntos Corporativos de Latam Airlines, Antonio Olórtegui, explicó que entre las novedades están un proceso de compra con menos pasos; notificaciones personalizadas; y acceder al check-in automático en el que 48 horas antes del vuelo el usuario recibirá una versión actualizada de la tarjeta de embarque.
“La transformación digital permitirá que el pasajero tenga una experiencia más ágil y sencilla. Las mejoras van a ser progresivas y algunas ya se ven reflejadas en nuestras plataformas virtuales”, sostuvo.
Pero la innovación más llamativa es el Latam Wallet, una billetera digital donde se pueden pagar todos los productos de la línea aérea. Cada pasajero, al actualizar sus datos o crear su cuenta en la nueva web tendrá acceso a esta herramienta, en la que podrá ver sus compensaciones, utilizar notas de créditos y almacenar dinero para futuras compras. Además, puede ser recargada con transacciones de diferentes bancos.
Olórtegui no descartó que esta billetera en un futuro pueda usarse como medio de pago en otros establecimientos. “Por ahora está solo para vuelos y productos conexos al vuelo. Esperamos que en un futuro pueda ampliarse”, indicó. Y reveló que buscan que se posicione como una herramienta amigable para la compra y gestión de pasajes.
Haciendo un cálculo, señaló que han logrado disminuir cerca de un 30% el tiempo de compra los usuarios en la nueva plataforma. Por ejemplo, ahora las devoluciones serán instantáneas y permanecerán en el Latam Wallet.
Tendencia al cambio
Al respecto, Freddy Linares, director de la consultora de tecnología Neurometrics, precisó que esta es una tendencia que forma parte de la transformación digital. “Tienes a líneas aéreas pensando en servicios como billeteras móviles, o reforzando sus aplicaciones para que el usuario pueda tener la libertad y flexibilidad para modificar sus servicios”, indicó.
Además, dijo que apuestan por programas de fidelización más agresivos, dando la posibilidad de migrar las millas hacia otro tipo de servicios. Con esto, el cliente se convierte en parte de un pequeño ecosistema de la marca, con el que puede llegar a otros beneficios.
Para Linares, el propósito está en la sencillez de las nuevas funciones. “El cliente final es quien va a ‘sufrir’ los problemas de servicio si no se opta por la forma más simple de usar una aplicación móvil. Es importantísimo que las marcas tengan obsesión por mejorar el producto de forma constante”, anotó.
Esto se debe a que si bien el usuario madura, los rangos etarios son distintos, adicionalmente el nivel de alfabetización digital en el país es muy diverso, con lo que no deberíamos hacer una aplicación pensando en un usuario muy avanzado, sino de acuerdo a su manejo digital.