La popularidad de diversas herramientas de inteligencia artificial (IA) generativas que son capaces de convertir texto en imágenes han hecho que esta tecnología se convierta en una musa capaz de inspirar a diseñadores y ayudar a nuevos talentos a materializar sus ideas.
Este cambio que la industria ha vivido con el boom de la IA este año, ha sido uno de los temas que se ha tratado este miércoles en el congreso AI Summit que se celebra esta semana en Nueva York.
La tienda de relojes y complementos Fossil? participó en una de las conferencias del evento para contar como ha entrenado su propia IA para que sus diseñadores la puedan usar como “fuente de inspiración”.
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Damian Fernandez-Lamela, vicepresidente de ciencia de datos y análisis de Fossil, explicó que se trata de una colaboración entre el ser humano y la máquina, ya que son los diseñadores los encargados de ver si los modelos vanguardistas que propone la IA se pueden traducir en un reloj que se pueda utilizar y vender.
Los riesgos de la IA en la Moda
Fernandez-Lamela recordó que cuando sugirió la idea de usar IA en la compañía el primero en hacerse preguntas fue el equipo legal y que una de sus preocupaciones fueron los derechos de autor.
No obstante, aseguró que no habría problemas legales, pues los diseños que crea la IA solo les sirve de base o borrador a los diseñadores.
Además, señaló que cuando trabajan con otras empresas para hacer colaboraciones, como puede ser Disney o Mattel -tienen una colección de relojes de Star Wars y otra de Barbie-, Fossil firma un acuerdo de derechos de autor con estas empresas.
Otro problema de la IA son las alucinaciones -cuando el resultado generado por la máquina parece bien estructurado, pero contiene errores, como podría ser el diseño de un reloj que no indica la hora-, pero Fernandez-Lamela indicó que eso nunca llega a ser un problema real, ya que en ese caso el diseñador descarta la idea.
La democratización de diseño
Por su parte, la artista Opé M. ha conseguido gracias a la AI que sus ideas de modelos de ropa futurista puedan llegar a ser piezas que se pueden comprar, pese a no tener conocimientos previos de diseño.
Durante el confinamiento empezó a crear diseños en el metaverso y a adentrarse en el mundo de la moda futurista. En 2022 empezó a experimentar y generar diseños digitales con Dall-e -programa de IA generativa de OpenAI, compañía creadora de ChatGPT- y Midjourney.
Con estas herramientas, la artista es capaz de crear diseños sin la necesidad de conocimientos previos y sin disponer de una modelo, un estudio o un fotógrafo.
Este año se presentó a la semana de la moda de IA de Nueva York y quedó entre las finalistas, lo que le permitió que sus creaciones se pudieran confeccionar y vender en la tienda minorista Revolve.
No obstante, como los diseños que generó con la ayuda de la IA solo le mostraban la imagen frontal del diseño, tuvo que usar solo su imaginación para confeccionar junto al equipo de Revolve la parte de atrás de sus vestidos de mujer.
Opé M. dijo a EFE que la IA ayudará a “democratizar” la moda y que a la larga creará nuevos tipos de trabajo, pese a que ahora sus amigos fotógrafos temen que esa tecnología les deje sin trabajo.
La artista también crea con la ayuda de la IA diseños e ilustraciones por encargo o simplemente para colgarla en sus redes sociales.
En sus trabajos finales no indica que ha usado esta tecnología en el proceso, ya que considera que la edición que hace luego con Photoshop supone un cambio suficiente para presentarlos como propios.
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