Las resoluciones judiciales muchas veces pueden tornarse lentas debido a lo burocracia que hay en torno a ellas. Estonia quiere que este tipo de procedimientos legales se aceleren por medio de una inteligencia artificial que actúe a modo de juez, dedicándose a los casos más sencillos.
Según el portal Computer Hoy, el Ministerio de Justicia de dicho país pensó en esto como una manera de aligerar la carga y el tiempo que toma resolver disputas legales que son menos complejas, aunque siempre la decisión final recaería en un juez humano.
Ott Velsberg, director de datos de Estonia, tiene la labor de diseñar una IA robot que se encargue de la enorme acumulación de casos en las Cortes, al menos en lo que respecta a reclamos menores.
El juez robot se encargará, gracias a su inteligencia artificial, de analizar miles de documentos legales y otra información relevante para poder tomar una decisión previa. No obstante, será un juez humano el que tendrá que revisar todas las decisiones.
Por lo sorprendente que parezca, una IA con estas características puede ser capaz de documentarse sobre una gran cantidad de información relativa a ciertos casos, y dar un veredicto en cuestión de días en lugar de meses. Evidentemente relegar una decisión judicial a lo que pueda creer o pensar un robot no sería del todo ético, y por eso siempre la decisión final la tendría un humano.
Estonia es un gran ejemplo en vanguardia en inteligencia artificial. A pesar de ser un país pequeño de menos de 1.4 millones de habitantes, han conseguido grandes avances en cuanto a digitalización y modernización de funciones gubernamentales.