Santiado de Chile. Niños chilenos ciegos vivieron el martes una experiencia que a través del sonido y el braille les permitió acercarse a lo que será el eclipse total de Sol que millones de personas podrán apreciar el próximo martes 2 de julio.
Con audífonos especiales y de la mano del Lightsound, que capta la luz y la transforma en un circuito de sonidos de tonos variables, escucharon los tonos agudos, regulares y graves y pudieron hacerse una idea de lo que se verá el próximo martes en el norte chileno.
El eclipse total de sol se registra cuando la luna se atraviesa en el camino de la luz del Sol y proyecta su sombra sobre la Tierra, causando que en una delgada franja de Sudamérica, el Pacífico Sur, Antártica y otras regiones se oscurezca durante dos minutos en plena tarde, momento en que también se verán las estrellas y bajará la temperatura.
La experiencia de tocar y escuchar un eclipse solar fue posible gracias al trabajo conjunto de la Agencia Nacional de la Aeronáutica y Espacio estadounidense, NASA; la Universidad de Edinboro, en Pensilvania, el Telescopio Gigante de Magallanes y la Universidad Diego Portales de Chile.
En una sala del colegio Hellen Keller niños de unos 12 años en promedio leyeron en braille el libro “Abre tus sentidos a los eclipses: Sudamérica”, que en grandes hojas especiales tenía sobre relieve el Sol, la Luna, la Tierra y las distintas ubicaciones que tendrán durante el eclipse, además de tocar esferas que representaban el sistema solar.
María Ximena Rivas, directora nacional Servicio Nacional de la Discapacidad, dijo que trabajaron para que el libro y el Lightsound lleguen a los niños “que necesitan aprender de astronomía de manera distinta”. Agregó que habrá libros en todo el país y 12 Lightsound en diversas ciudades.
Miguel Roth, astrónomo del Telescopio de Magallanes, dijo a The Associated Press que “la idea de poder hacer divulgación inclusiva es fundamental”.
Agregó que “poder explicar conceptos básicos de astronomía, poder explicar los eclipses... es un esfuerzo que uno no puede dejar de hacer”.
El eclipse de sol del 2 de julio se apreciará totalmente en ciudades de Chile y Argentina y parcialmente en una franja de América del Sur que incluye a Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y Uruguay, entre otros países.
Las regiones de Coquimbo y Tarapacá, en el norte chileno y donde se concentra el 40% de la capacidad telescópica de la Tierra, esperan la visita de miles de turistas y centenares de científicos que esperan ver el eclipse en su totalidad.
El astrónomo chileno José Maza, astrofísico y premio nacional de Ciencias Exactas, dijo que durante el eclipse “baja la temperatura, se levanta viento y es como que nos hubieran robado el Sol”.
Si ese día estuviera nublado, aunque no se podrá ver el efecto del paso de la Luna delante del Sol “se levantará viento, bajará la temperatura, los pájaros al ver que se oscurece se irán a acostar”.
Las personas que puedan mirar el eclipse deben hacerlo con anteojos especiales, certificados, para evitar daños oculares, advirtieron oftalmólogos.
En diciembre de 2020 se apreciará otro eclipse solar en el sur chileno.