El sector tecnología es generalmente reconocido por sus estrategias disruptivas y pioneras, pero no necesariamente es el que más ha incorporado indicadores para reducir su huella de carbono.
Según la reciente encuesta global de la Industria Tecnológica 2021 (Technology Industry Survey 2021), realizada por KPMG a más de 820 líderes del rubro, el 53% de las empresas no cuenta todavía con una estrategia ni objetivos para reducir el CO2 que producen sus operaciones.
“La industria tecnológica debe acelerar su ritmo para convertirse en carbono neutral. Los reguladores, inversores y consumidores están aumentando la presión por políticas respetuosas con el medio ambiente, creando un riesgo financiero y de reputación para aquellos que se quedan atrás”, señala María Julia Sáenz, socia líder de Tax & Legal y de ASG & Sostenibilidad de KPMG en Perú.
Entre los obstáculos más citados por los CEO (35%) para reducir las emisiones en sus empresas (descarbonizar), figuran el insuficiente compromiso del directorio y la administración con dicho objetivo, y un mayor foco de los inversionistas en el corto plazo, pues no les piden que descarbonicen la organización.
Mientras que las barreras menos señaladas fueron el costo aún demasiado bajo por emitir gases de efecto invernadero (precio por emitir CO2), y la aparición de la pandemia de COVID-19, ambos con un 4%.
Sáenz comenta además que las empresas deben tener presente que implementar un enfoque ASG (Ambiental, Social y de Gobierno), puede ofrecer resultados comerciales positivos.
“Invertir en la captura de carbono, además de acelerar el cambio a energías renovables, desarrollar nuevas ofertas de productos, reubicar las instalaciones, y optimizar los créditos fiscales, son algunos caminos hacia negocios sostenibles”, destaca.
Otro hallazgo de la encuesta Technology Industry Survey 2021 revela que las empresas de tecnología que ya han comenzado a abordar la descarbonización tienden a centrarse en áreas como la reducción del consumo de energía, donde la mejora de las emisiones es un subproducto y no un objetivo principal.
Adicionalmente, la gran mayoría de líderes tecnológicos (64%) mencionaron que sus empresas todavía no han calculado el impacto financiero de sus riesgos relacionados con el clima.
De hecho, entre las que refirieron tener un plan para reducir sus emisiones de CO2, el 76% centra sus esfuerzos en adquirir energías renovables, mientras que el 64% en mejorar su eficiencia energética y el 34% en compensar su huella de carbono.