Vivimos en una sociedad en la que las personas desconfían de todo y de todos, salvo que les demuestren lo contrario. El conocido refrán: «Piensa mal y acertarás» describe a la perfección la situación en la que vivimos. Y como consecuencia, hemos quedado atrapados en un círculo vicioso de desconfianza.
En este episodio, la especialista en liderazgo y sostenibilidad, Gisella Benavente – CEO de Axia Consulting Group –, explica cómo muchos líderes están fomentando un clima de desconfianza extrema y la importancia de tomar acción para evitar las consecuencias negativas para todos de continuar en esta dirección.
Benavente se refiere a los resultados del Barómetro de Confianza 2022 de Edelman, una reconocida consultora internacional que realiza una encuesta anual de confianza y credibilidad en Latinoamérica y en el mundo. En dicho reporte, las concusiones generales son similares a nivel global y para Latinoamérica:
1. El mundo está atrapado en un círculo vicioso de desconfianza alimentado por una creciente falta de confianza en los medios de comunicación y los gobiernos. A través de la desinformación y la división, las personas consideran que están fomentando un ciclo negativo y explotándolo para obtener ganancias comerciales y políticas.
2. Se cree que las empresas no están haciendo lo suficiente para hacer frente a los problemas sociales, pero que tienen el potencial para hacerlo.
Los resultados evidencian que cada vez más personas están convencidas de que quienes nos lideran no dicen la verdad y que engañan a la población a sabiendas de que lo que están diciendo es falso o es una exageración. “Esto involucra a los líderes de gobierno, periodistas y reporteros y líderes empresariales”, explica.
Tanto las empresas como las ONG son vistas por la población como instituciones capaces de liderar los esfuerzos para resolver los problemas de la sociedad. Y, por el contrario, los medios de comunicación y los gobiernos son considerados como fuerzas divisorias de la sociedad.
Benavente señala que una de las consecuencias de vivir en un clima de desconfianza es que no hay espacio para debates pacíficos ni la generación de concensos. En sociedades altamente fragmentadas y polarizadas como la nuestra, los grupos que se generan son tan extremos y opuestos que se inhibe la búsqueda del bien común. “Podemos encontrar evidencia en los resultados de este estudio, pues una enorme mayoría considera en su país las personas no pueden llevar a cabo un debate constructivo y civilizado sobre los temas en los que no están de acuerdo”, refiere.
El rol de los líderes empresariales
El informe revela que las personas creen que las empresas son quienes tienen la capacidad de ejecutar estrategias y obtener resultados exitosos en la implementación de acciones que busquen resolver los problemas sociales. Así, la gente quiere más liderazgo empresarial y no menos.
En este sentido, los líderes empresariales tienen un nuevo rol y se espera que promuevan conversaciones y tengan una postura visible sobre los temas importantes para las personas y la sociedad. “Se refiere a que informen y debatan sobre políticas públicas relacionadas con, por ejemplo, empleo, economía o cambio climático, pero no involucrarse ni opinar sobre política”, indica.
El modelo de liderazgo va a evolucionar. No obstante, muchos líderes empresariales aun creen que se trata de sacrificar rentabilidad a cambio de contribuir a un mundo mejor, y no es así. “Las personas esperan más que esfuerzos humanitarios; esperan un comportamiento auténtico y sostenido que genere valor en el largo plazo para la empresa y para la sociedad”, sostiene.
Los nuevos líderes necesitan ser capaces de conectar con el entorno y con lo que es importante para las personas para tener legitimidad. “Esto implica asimilar que somos parte de un sistema interdependiente en el que todos dependemos de todos”, finaliza.