Repartidos en grupos de a dos en las 25 regiones del Perú, los observadores de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE UE) recorren las centenares de ciudades del país para vigilar que las elecciones legislativas del próximo 26 de enero se realicen adecuadamente.
Un trabajo que realizan “contra el tiempo”, sobre todo en la capital peruana, considerada la tercera ciudad del mundo con mayor tráfico y cuya dimensión supera los 2,600 kilómetros cuadrados.
Una difícil condición que toman en cuenta cada noche los dos grupos designados a Lima para cumplir con sus trabajo de información al grupo de análisis que elaborará el documento final de observación de la Unión Europea y que será presentado luego de culminar la jornada electoral.
-Una elección inédita-
La checa Marcela Masková y el húngaro Péter Kramer, designados a Lima Este y el Callao, formulan cada noche la ruta que realizarán al día siguiente en su misión de vigilar que las elecciones legislativas de 2020 de Perú, inéditas en su tipo por ser las primeras en las que se elegirá únicamente a representantes para el Congreso y no al mandatario del país de manera simultánea.
“La ruta es un poco aleatoria porque depende de las tareas, cada noche nos sentamos y definimos tareas del próximo día, y de acuerdo a eso intentamos una ruta que tenga sentido con los tiempos de tránsito y obviamente con la disponibilidad de interlocutores”, señaló a Efe Kramer, desde un centro educativo público situado en el considerado distrito más poblado del país, San Juan de Lurigancho.
-Observar la gran ciudad-
Hasta ahí llegó, tras un viaje en automóvil de alrededor de una hora, junto a su compañera, para observar la capacitación que reciben los coordinadores de mesas electorales de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), una de las varias actividades que realiza el equipo en Lima, una ciudad de 11 millones de habitantes.
Se suman también las reuniones con las autoridades electorales distritales, que son nueve en el caso de la ONPE, y nueve también en las oficinas zonales del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
“Para nosotros el reto es el tráfico de la ciudad y (en medio de ello) poder visitar a todas estas oficinas”, expresó Masková, quien agregó que otra de las acciones que vienen realizando es el de supervisión de las campañas de los 720 candidatos de Lima que pugnan por 36 escaños en el Congreso.
-Actividades dispersas-
“Tenemos un gran número de candidatos aquí en la ciudad y en las provincias del departamento de Lima, entonces es muy difícil encontrar candidatos que se encuentren haciendo campañas en las calles. No es fácil porque no tienen oficinas fijas en distritos. Principalmente están en las calles, pero como la ciudad es tan grande no es nada fácil encontrarlos”, agregó sobre su experiencia la observadora checa.
Para Kramer, la inseguridad ciudadana de algunos distritos es otro “reto” que superar en sus recorridos por algunas zonas de la provincia del Callao.
-Elaboración del informe-
Estas supervisiones son útiles para los miembros de la misión de observación quienes logran así recolectar información valiosa del proceso, lo que servirá a su vez para elaborar un informe enviado al equipo central de expertos para la realización del análisis correspondiente.
“Ellos recopilan la información de todos los equipos y hacen un informe profundo que publican después, con las cinco recomendaciones de las elecciones”, apuntó Kramer.