El abogado de Karelim López, César Nakazaki, señaló que el testimonio que se ha conocido sobre su defendida apunta a que el presidente de la República, Pedro Castillo, tenía conocimiento de negocios ilícitos que se hicieron durante su mandato, a través de las actuaciones de sus sobrinos y el ministro de Transportes, Juan Silva.
El abogado, en declaraciones a RPP, también dijo que su defendida, Karelim López, señaló ante la fiscalía que tenía conocimiento que las reuniones que se llevaban a cabo en el inmueble de Sarratea eran organizadas por los sobrinos de Pedro Castillo.
“Ha afirmado que los sobrinos, incluso el sobrino que viene por parte de la esposa del presidente, le armaban las agendas que había en Sarratea. Eso es lo que refiere mi patrocinada, que le armaban las agendas”, respondió al ser consultado sobre una supuesta actuación ilícita de Castillo con sus familiares en estas citas realizadas fuera de Palacio de Gobierno.
Tras señalar que en Breña no se concretó ninguna reunión entre la empresaria y el presidente Castillo, Nakazaki dijo que se hubo otras visitas que deberían investigarse, como la de la jefa de Bienes Nacionales y otras personas que tienen litigios con el Estado.
“Lo que ha declarado (Karelim López) y tiene que ser objeto de corroboración es que los directores de Provías Nacional y Descentralizado, que los gerentes han sido puestos y han sido cambiados hasta formar un mecanismo para que diversas obras públicas puedan entregarse”, señaló.
Nakazaki dijo que, así como hubo nombramientos inexplicables entre los funcionarios del Gobierno, van a encontrarse obras que no debieron ser licitadas y aún así procedieron de manera ilícita. “Eso se va a demostrar”, garantizó.
“[¿Han presentado alguna prueba contra Pedro Castillo?] No, lo que se ha presentado es todo este conjunto de líneas de negocios que evidentemente solo pueden tener una explicación. En el mejor de los casos, con su anuencia, en el peor de los casos, en su beneficio económico”, aseveró.
César Nakazaki dijo que los sobrinos, así como el ministro de Transportes y otras personas son parte de un círculo de confianza que han actuado durante el Gobierno.
“Hay una tres o cuarto personas que son el núcleo duro con el presidente de la República. Uno es el ministro Silva que pensé que había sido transportistas que ha sido director de escuela que, durante las marchas sindicales de Pedro Castillo, lo cobijó, alimentó y protegió y eso genera una relación indestructible y por eso nadie lo ha podido mover”, precisó.