La delincuencia y la falta de seguridad en el país están impactando cada vez más en la calidad de vida de los ciudadanos. Varios estudios indican que los costos aumentaron de un 2.5% en 2014 a más del 3.1% del PBI en 2023, superando los S/ 31,000 millones anuales, así lo dio a conocer Edmundo Lizarzaburu, experto en dirección estratégica y gestión de riesgos.
Asimismo, consideró que el encarcelamiento implica un gasto adicional que oscila entre el 0.10% y 0.12% del PBI y teniendo en cuenta que tenemos una población carcelaria de alrededor de 90,000 reclusos, se puede concluir que la inseguridad está generando un costo anual superior a los S/ 32,000 millones, sin contar con las repercusiones indirectas que están relacionadas con la percepción de inseguridad y cómo esta lleva a ciudadanos y empresas a reducir o postergar posibles inversiones.
“La inseguridad ciudadana en Perú es un problema complejo que impacta en distintas zonas del país. Un problema grave es el aumento significativo de casos de sicariato, extorsión y secuestros. Cifras oficiales del 2023 mostraron más de 21 mil denuncias por extorsión y más de 400 casos de sicariato a nivel nacional, con un incremento del 50% en comparación con el cierre del año 2022″, añadió el especialista.
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Adicionalmente, Lizarzaburu señaló que es fundamental reconocer que la carencia de oportunidades económicas, la disparidad social y la presencia de grupos delictivos contribuyen a crear un ambiente propicio para la inseguridad. Reducir la brecha social es crucial para abordar este problema, dado que la pandemia, la falta de objetivos claros en las políticas asistenciales y la recesión actual han agravado la situación.
Impacto en el turismo y las empresas
“La inseguridad puede desalentar a los turistas a visitar el Perú, lo cual impactaría directamente en este sector. La reducción del turismo conllevaría a consecuencias económicas desfavorables, dado que dicha industria suele ser una importante fuente de ingresos y empleo en nuestro país”, afirmó Lizarzaburu.
De otro lado, señaló que la inseguridad puede desalentar tanto la inversión extranjera directa como la local, ya que las empresas pueden percibir el entorno empresarial como riesgoso. La carencia de seguridad puede incrementar los costos operativos y afectar la rentabilidad de las empresas.
“La falta de seguridad, la delincuencia y sus implicancias provocan un notable deterioro en el entorno empresarial. Tanto las empresas como los ciudadanos pueden incurrir en costos extras para asegurar su seguridad, como contratar personal de seguridad privada, instalar sistemas de protección y adoptar medidas preventivas. Estos gastos adicionales pueden impactar la rentabilidad y competitividad de las empresas”, enfatizó.
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Migración
Para Lizarzaburu, un aspecto adicional que se debe considerar es la posible migración de personas, lo que puede sobrecargar los servicios disponibles, planteando desafíos extras en cuanto a servicios y empleo. Esto no solo afectaría la economía, sino también tendría repercusiones sociales y políticas. Abordar la inseguridad ciudadana de manera integral es crucial para crear un ambiente favorable al desarrollo sostenible en el Perú.
Finalmente, el experto señaló que esto es un desafío que nos afecta a todos y para lograr un cambio significativo, es imperativo abordar las causas subyacentes de este tema y adoptar estrategias integrales que involucren a la sociedad en su conjunto, realizando esfuerzos integrales.
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