Existe un espacio para poder lograr mayores ingresos de la minería sin perder competitividad en el mercado. Sin embargo, un aspecto importante, y hoy crítico, es el de la gobernanza y la paz social. Conflictos como el de Cuajone se están demorando demasiado, señaló el exministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke.
La mina Cuajone de Southern Peru Copper Corporation (SPCC), ubicada en Moquegua, va a cumplir dos meses de paralización y sin soluciones claras y específicas a la vista, pues continúa el bloqueo de la vía férrea para el transporte de minerales e insumos, y la toma por parte de comuneros del reservorio artificial de Viña Blanca, de propiedad de la minera.
“El gran problema de la minería ahora es el de la conflictividad social. Cuajone es una situación bastante preocupante, en donde el gobierno debe tener una reacción más ágil. Los indicadores de competitividad señalan que estamos mal en gobernabilidad”, indicó.
Cabe resaltar que el atractivo del Perú como plaza para inversiones mineras volvió a caer (del puesto 34 al 42) por tercer año consecutivo en la Encuesta Anual 2021 de Empresas Mineras del Instituto Fraser. Los encuestados plantearon problemas importantes en torno a las regulaciones ambientales, la duplicación e inconsistencias regulatorias y la seguridad.
Francke mencionó que tanto la PCM como el Ministerio de Energía y Minas (Minem) debería atender oportunamente los conflictos, y que esto podría abordarse con una reforma tributaria, en donde parte de los recursos mineros se orienten a obras en las comunidades aledañas.
“Claramente hay que mejorar la atención de los conflictos por parte de estas entidades, el Minem y la PCM, pero también se debe pensar más preventivamente. Una propuesta es poder hacer obras de desarrollo en las zonas de influencia de la minería. Hay comunidades cercanas a las operaciones mineras que no tienen necesidades básicas cubiertas. Las empresas podrían aportar a las comunidades a través de obras por impuestos”, afirmó.
Más impuesto a minería
Francke señaló que, frente al contexto del aumento de precios internacionales, una medida para atenuar ello sería a través de una mayor recaudación en sectores que tienen ingresos extraordinarios como la minería.
“El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que hay que cobrar más impuestos a los sectores que tienen beneficios extraordinarios, que para el Perú es el minero”, apuntó.
Indicó que el importante aumento en el precio de minerales como el cobre superan el efecto negativo de los aumentos en combustibles y alimentos. Sin embargo, mencionó que este último impacto es directo en las familias más vulnerables, mientras que las ganancias de la minería no.
“Si el pollo o el pan sube, se siente inmediatamente, mientras que si suben los precios de los metales va a las empresas, un poco a los ingresos fiscales, pero no a los sectores populares”, precisó.
“En la visión macro estamos bien, pues los términos de intercambio son favorables. La importancia del precio de los metales es más grande, en términos de dólares, que el efecto del petróleo y alimentos. Para este 2022, estimamos que se recaudará cerca de S/4 000 millones adicionales a lo presupuestado debido al incremento de precios de minerales e hidrocarburos”, señaló el exministro.