Brigadas de trabajadores retiraban este miércoles lodo y escombros de la línea férrea y de las calles del pueblo turístico de Machu Picchu, próximo a la joya de la cultura inca en Perú, tras las inundaciones causadas por las lluvias en los Andes.
“Esto va a demorar todavía al parecer unos días más, porque después de hacer la limpieza se tiene que habilitar uno de los puentes para que puedan ingresar los turistas hacia Machu Picchu y la población como tal”, dijo el alcalde del pueblo, Darwin Baca.
Casi 900 personas han sido evacuadas de esta localidad, llamada Machu Picchu Pueblo, tras las inundaciones del viernes, que dejaron un desaparecido y muchas viviendas destruidas.
“Pedimos al gobierno regional, al gobierno central que nos ayude con este proyecto [de limpieza y recuperación del pueblo], porque se siente cuando Machu Picchu se cierra, porque no solo una región vive del turismo, sino son muchas regiones”, indicó Baca.
Se han visto afectados los hoteles y restaurantes que están en la región Cusco, donde se encuentra la ciudadela, pero también en Lima y otras ciudades, “porque cuando se cierra Machu Picchu tiene una repercusión lastimosamente en la economía y el sector turismo” de todo el país, añadió el alcalde.
Machu Picchu Pueblo, que antes era conocido como Aguas Calientes, está situado en medio del Valle Sagrado de los incas, debajo de la montaña donde se encuentra la famosa ciudadela de piedra construida en el siglo XV, que no resultó afectada por el fenómeno climático.
En coordinación con las empresas ferroviarias Inka Rail y Perú Rail, las autoridades evacuaron a 889 turistas desde este pueblo hasta Ollantaytambo, tras quedar varados tras el desborde del río Alcamayo el viernes en la madrugada, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
Las fuertes lluvias causaron el desborde de este río que atraviesa el poblado de 5,000 habitantes, dejando una persona herida, otra desaparecida y varios edificios y la vía férrea con daños.
La vía férrea es la principal forma de acceso a la ciudadela incaica y al pueblo desde Ollantaytambo (distante a 32 km) y de la ciudad de Cusco, la antigua capital del imperio inca, situada a 72 km.
Debido a los daños, el servicio de ferrocarriles para turistas estará suspendido al menos hasta este jueves, manifestó Perú Rail.
Unas 447,800 personas visitaron la famosa ciudadela inca en el 2021, una cifra lejana a los 1.5 millones que solía recibir antes de la pandemia del COVID-19.
La ciudadela estuvo cerrada casi ocho meses en el 2020 y Cusco dejó de percibir unos US$ 1,400 millones por la ausencia de turistas a causa del coronavirus.